lunes, 12 de septiembre de 2011

Capítulo 7: Tu mirada me hace grande.

Doy vueltas por el hotel sin saber muy bien a dónde ir. Estoy en pijama y algunas de las personas con las que me encuentro por el camino me miran raro. Al final encuentro una sala vacía, con una tele y varias mesas y sillas. Me siento en una y me pongo a pensar en lo estúpida que soy. Lo peor de todo es que no puedo dejar de quererle. Es superior a mí. En el fondo estoy loca por besarle. Por tener algo con él, aún sabiendo que eso durará dos días. De repente alguien se sienta a mi lado.

- Te he estado buscando por todo el hotel. No puedo creer que salieras en pijama.

- No estaba pensando en lo que hacía- digo sin mirarle.

- Anna, no quiero enfadarme contigo. Sabía que no teníamos que hablar del tema. Soy un idiota. Tienes razón. Desde que te conocí me encantaste. Pero ya sabes cómo soy. Te cogí cariño desde el principio. No quería joderlo, sabía que seríamos buenos amigos. No soy bueno para ser otra cosa contigo, Anna.

- ¿Por qué no?- le digo acercándome a él. Ha tocado mi corazón con esa frase.

- Porque seguramente lo joderé en cualquier momento y no te quiero perder.

- No vas a perderme- digo hablando bajito.

- ¿En serio? Porque te puedo asegurar que seguramente esto va a salir mal, y cuando no quiera seguir contigo, ¿vas a seguir conmigo como amiga?

- Si es lo que tengo que hacer sí.

Se queda callado. No puedo creer que le haya dicho eso. Parece que estoy arrastrándome por un poquito de su amor. Y además…

- ¿Y Miki?- exacto, Miki.

- No lo sé, Daniel. Me confundes. Haces que no pueda pensar en otra cosa que en besarte. – Me quedo callada porque no me puedo creer que acabe de decir eso.

- ¿Ah, sí?- dice con cara de niño travieso.

- Olvida eso último- digo avergonzada.

- Es lo único coherente que has dicho en toda la noche- dice acercándose a mí y dándome un beso. En un principio me quedo totalmente quieta, sin saber cómo reaccionar. Pero Dani me acaricia la mejilla y yo no puedo hacer otra cosa que responder al beso. Un beso que tantas veces había soñado, pero que nunca imaginé que fuera así. Y menos estando yo en pijama. Después de unos segundos que parecen horas, se separa de mí. Yo sigo con los ojos cerrados un poquito más, porque no quiero pensar en que esto es un sueño.

- Abre los ojos, Annita.- me dice tiernamente.- Tienes los ojos más bonitos que he visto nunca y me encanta cuando me miras. Tu mirada me hace grande, me hace sentir que de verdad puedo ser esa persona que tú quieres que sea. Y hace que me arrepienta de no haberme dado cuenta antes de lo especial que eres.

- Debo estar soñando- digo sonriendo.

- Ven, vámonos a la habitación que está viéndote todo el mundo en pijama.

Me coge de la mano y entramos en nuestra habitación. Nada más cerrar la puerta me agarra por la cintura y me besa. Esta vez un beso mucho más apasionado y yo me dejo llevar, porque he estado soñando con este momento muchísimo tiempo. De repente suena mi móvil. Me acuerdo de Miki, y supongo que Dani también porque interrumpe el beso y mira en dirección al sonido. Le agarro el rostro y sigo besándolo. Si me paro a pensar en lo que estoy haciendo, saldría corriendo de la habitación. Seguimos besándonos apasionadamente y mi móvil sigue sonando. Le quito a Dani la camiseta y la tiro encima del móvil. Él hace lo mismo con mi pijama y caemos en la cama. Mientras me besa el cuello, aprovecho para coger el móvil y apagarlo. Me olvido completamente de la realidad y me meto en esta burbuja de amor, dónde no existe nada más que nosotros dos. Nos quitamos toda la ropa y damos vueltas en la cama, riéndonos. Nos miramos a los ojos, y se me pone la piel de gallina al ver todo el amor que hay en los ojos de Dani. Hacemos el amor durante toda la noche. No dormimos nada, porque en el fondo no queremos que llegue el día. Con su realidad, sus Mikis y sus vidas separadas.

En sueños oigo sonar un despertador. Abro los ojos. Lo primero que veo es una garganta. Miro más arriba y lo veo. A la persona que más quiero en el mundo con los ojos cerrados, durmiendo. Me estiro por encima de él y le apago el móvil, que está en su mesita. De repente siento que me agarra por la cintura y me besa el vientre.

- Buenos días.

- Buenos días.- digo un poco avergonzada.

- ¿Qué hora es?

- Las 10 y media. – digo acostándome boca arriba. Él se acerca y entierra su cabeza en mi cuello.

- El avión sale a las 12. Sería cuestión de ir levantándonos.

- No tengo ni ganas.- digo riendo.

- Yo menos,- me dice también riéndose. De repente se levanta y me besa. Nos besamos hasta que el beso se vuelve demasiado apasionado y noto sus manos en lugares dónde no deberían estar.

- Dani, tenemos que prepararnos para ir al aeropuerto.

- Joder, me quedaría aquí una semana entera.

- Yo también.- digo riendo y levantándome. Nos vestimos, preparamos todo y nos vamos hacia el aeropuerto.

Cuando llegamos a Madrid se ofrece a llevarme a mi casa, ya que dejó su coche en el aeropuerto. Cuando llegamos a la puerta, para el coche y se vuelve hacia mí.

- Y ahora, ¿qué?

1 comentario:

  1. Ahora Dani sube!! ;) claaaaaaro! jajajaj venga! siguiente!!! :)
    Genial el cap! muy bonitoooo!

    ResponderEliminar