domingo, 16 de diciembre de 2012

Capítulo 82: Stutter



Me encanta la canción y me encanta lo que me dice, pero no entiendo nada. ‘Me estás volviendo loca, Dani. No puedes ser como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. O quieres estar conmigo o no, o me prefieres a mí o prefieres a Cris. Pero te pido por favor que dejes de jugar conmigo. Me tienes la cabeza loca, hoy eres lo más cuqui del universo y mañana me tratas como si no existiera. Decídete, que ya tienes edad para saber lo que quieres.’ Y apago el móvil. Vaya… eso ha estado duro. Pero espero que coja el mensaje.
Cuando ya he desayunado a la mañana siguiente lo enciendo. En seguida me llega un whatsapp: ‘No estoy jugando contigo, Anna. Nunca ha sido esa mi intención. Lo siento si te estoy volviendo loca. Hasta mañana.’ Pues vale, encima se me pone así. No entiendo nada. Y cada día menos…
Llego cabizbaja y me meto en mi camerino toda la mañana. A la hora de comer voy al comedor.
-          Vaya, pensaba que no habías llegado.- me dice Flo abrazándome.
-          Es que estaba en mi camerino leyendo el guión y se me ha ido el tiempo volando.- digo sonriendo. Miro alrededor y no veo a Cris. Pero sí a Dani, mirando su teléfono, en su sitio de siempre. Respiro hondo y me siento al lado de Raúl y Ale. Comemos charlando, pero Dani no deja de mirar su teléfono, y aunque intento que tengamos un cruce de miradas ‘accidental’, no ocurre porque él ni nos mira. Pues vaya. Voy a maquillaje y me encuentro ahí a Cris.
-          Te echamos de menos en la comida.- digo sonriendo.
-          Ah, no tengo hambre. Ya comeré luego.- dice sonriendo también. ya. Por eso estaba el otro como estaba. ‘No me importa’ me digo a mi misma y me siento para que puedan maquillarme. En el programa, cuando aparece Cris, la tensión se puede cortar con un cuchillo… Al terminar el programa, me entretengo un poco hablando con Flo y los invitados. Después me voy a mi camerino, recojo mis cosas y me voy. Que largas se me hacen ahora las semanas… estoy deseando que sea viernes para ir a casa. Dani está esperando a alguien por fuera de su coche, así que me acerco.
-          ¿Vas a seguir insistiendo?
-          No te estoy esperando a ti. Estoy esperando a mi novia.- dice mirando hacia la puerta.
-          Ah...- digo un poco ofendida. Vale, yo también parezco el perro del hortelano pero…- pues yo que tú me marchaba. Se fue hace un rato.
-          ¿Qué? ¿Cómo lo sabes?- dice mirándome a la cara por primera vez hoy.
-          Porque la vi salir cuando entraba yo en mi camerino y me dijo adiós. Supongo que eso significaría que se iba.
-          Joder.- dice entrando en su coche.
-          Adiós.- digo irónicamente. Pero él me oye y abre la ventanilla.
-          Adiós.- dice y se va.
Estos dos están todo el día igual. Aunque nosotros también estábamos peleándonos todo el día… supongo que el amor es así. Estoy en el sofá, viendo la tele. Y pienso que en esto se ha convertido mi vida. En ir a trabajar, volver, tirarme en el sofá y ver la tele. Soy una abuela total. Y no me gusta ser así. Así que llamo a Raúl.
-          Hola, mi rubia preferida.
-          Hola cari, ¿dónde estás?
-          En casa. No tengo planes.
-          ¿Te apetece salir a cenar y luego a tomarnos algo?
-          Claro que sí. Te paso a buscar en…
-          Media hora.
-          Hecho, nos vemos ahora.
Sonrío y me doy prisa para terminar a tiempo. Justo me estoy retocando el labial cuando suena mi teléfono. Es un mensaje de Raúl diciendo que ya esta esperándome en mi puerta. Cojo el bolso y me voy.
-          Madre mía qué guapa vienes, ¿no?
-          Gracias.- digo riéndome. Voy con unos shorts negros y una camiseta de encaje negra también. Sencilla pero mona, supongo.
-          No hay que darlas, Annita. Vamos a comer que me muero de hambre.
-          ¿Dónde vamos?
-          Te voy a llevar a uno de mis sitios favoritos. Comidita buena, casera, en definitiva, lo que nos hace falta.- yo me río, porque con este hombre es imposible no reírte. Cenamos comida buenísima y charlamos durante mucho rato. Me cuenta cosas de su vida, está soltero, pero acaba de salir de una relación y dice que así es como quiere estar. Me habla de sus cosas y yo de las mías, y cuando estamos tomando el postre, ataca con el tema más peliagudo…
-          Y Dani… ¿Qué tal te va con él?
-          Mal.- digo riéndome.
-          Se os veía muy buenos amigos en Tonterías.
-          Lo éramos…
-          Y ¿qué pasó?
-          Pues que decidimos dar el siguiente paso… y ahora no somos ni amigos.
-          Dani se veía enamorado de ti.
-          Pues se le ha pasado.
-          No lo creo.
-          Es lo que siento. Yo no soy perfecta, Raúl, tengo muchísimos fallos… nunca he pretendido serlo. Pero creo que no me merezco lo que me hizo Dani. No me lo merezco. Y a él le dio igual lo que yo sintiera. Sé que soy muy celosa, pero creo que, ahora, viendo todo lo que ha ocurrido, lo era con razón…
-          Yo no creo que Dani esté enamorado de Cris.
-          Yo creo que sí.
-          No de la misma manera. No sé… creo que simplemente quiere demostrar algo.
-          ¿Qué?
-          Pues quizás quiere demostrar que no eres feliz estando sin él. Y que él tampoco es feliz estando sin ti.
-          No parece infeliz.
-          ¿De verdad?
-          Y si eso es lo que está haciendo, me parece fatal. Cris no se merece eso.
-          No te digo que no le guste, pero ya está. Simple atracción sexual.
-          No sé si esto me lo dices porque has hablado con Dani o no, pero déjame decirte que si eso es lo que buscaba, no lo está consiguiendo. No me gustaría que nadie saliera herido por nuestras movidas. Y no sería algo de lo que me sintiera orgullosa por su parte.
-          No digo que lo haga por eso. Digo que quizás, se sintió que no deberían de estar juntos, y si tanto pensabas que él quería estar con Cris, quizás era eso lo que tenía que hacer.
-          Eso tiene más sentido.
-          Es que no soy muy bueno con las palabras
-          Eres más de piropos.- digo sonriendo.
-          Exacto.- dice sonriendo también.
-          Sea como sea, yo sólo quiero que él sea feliz.
-          Tú también mereces ser feliz… y no lo eres. Hay veces que… a ver cómo te explico esto. Eres celosa, vale, es ‘bueno’. Significa que Dani te importa… pero tienes que entender que es un muchacho guapetón, simpático, que media España está loca por él… pero él estaba contigo. Y te eligió a ti. Por algo sería, ¿no? Y lo mismo digo por tu parte, eres preciosa, la más preciosa del universo, y lo elegiste a él. Por algo sería también.
-          Ya… no sé… las cosas a veces se me van de las manos, lo reconozco.
-          Habla con él, no pierdes nada. Todo lo contrario, ganas un amigo que habías perdido.
-          Gracias, Raúl.
-          De nada, Annita. Para eso estamos. Bueno, vamos a emborracharnos un rato.
-          Vale.- digo riéndome. Salimos del restaurante y nos vamos a un bar de copas. Al parecer Raúl es un habitual porque saluda a todo el mundo. Vamos a un reservado y pedimos unos mojitos. Nos reímos, bailamos un poco y seguimos charlando. Se unen amigos de Raúl que en seguida me presenta y la verdad es que lo estoy pasando muy bien. Vienen Ale y Javi y se unen a nosotros. Estoy bailando con Ale cuando alguien me agarra por detrás.
-          Vaya, la abuela ha salido a pasárselo bien.
-          Hola.- digo nerviosa. Noto su aliento en mi cuello y estoy temblando. Me da la vuelta y me da dos besos. Saluda a Ale y vuelve a mirarme.
-          ¿Has venido con Ale?
-          No, con Raúl. Pero nos hemos encontrado a Ale y a Javi.
-          Qué bien.
-          ¿Con quién has venido tú?- pregunto mirando alrededor.
-          Con unos amigos. Pero cuando nos marchábamos he visto un brillo dorado en la pista y sabía que eras tú.
-          Estás poeta.- digo riéndome.
-          Estoy contento.
-          Borracho, vamos.- digo mirándole a los ojos. Le brillan y tiene esa sonrisita que el sale solamente cuando lleva alguna copa de más.- deberías irte a casa.
-          Sí, debería.- dice mirándome a los ojos.
-          Eh, siento interrumpir, chicos. Pero Javi y yo nos vamos.
-          Ah… adiós. Nos vemos mañana. Gracias por todo chicos.- digo dándoles un beso. Dani también se despide y miro hacia el reservado. Hacia Raúl, que está con sus amigos charlando.
-          Si quieres te llevo a casa.
-          No te preocupes, esperaré a que se vaya Raúl.
-          No seas tonta, no me importa.- dice sonriendo. Finalmente acepto, porque estoy cansada y mañana tenemos que trabajar, nos despedimos de Raúl y salimos. Hace frío fuera, y cruzo los brazos para darme un poco de calor. Dani, sin decir nada, se quita su chaqueta y me la pone a mí.
-          ¿Conseguiste hablar con Cris?
-          No hablemos de Cris.
-          Vale…- digo. Y sigo caminando mirando al suelo. Dani agarra mi brazo para que gire y por fin veo su coche.
-          ¿Estás en condiciones de conducir?
-          Claro que sí, sólo me he tomado dos copas.
-          Ya… dos copas…
-          Bueno, quizás tres.- dice riéndose. El camino a casa es silencioso. En el pub parecía que queríamos decirnos tantas cosas y ahora… ahora no sale ninguna. Llega a mi casa y se para en la puerta.
-          Gracias por traerme, Dani. Nos vemos mañana.
-          Hasta mañana.- dice mirándome y sonriéndome. Y yo me quedo así. Sin salir del coche. Él no dice nada. Yo tampoco. Nos miramos. Y nada  más. Hasta que creo que meto la pata…
-          ¿Quieres subir? …