miércoles, 30 de mayo de 2012

Capítulo 73: What is Love


-          Me alegro de que le noche haya acabado sin ningún altercado.- dice Dani mientras vamos en su coche hacia su casa.
-          No sé a qué te refieres.
-          Ya.- dice riéndose.
-          Tus amigos son muy majos.
-          Sí. Les has caído bien.
-          Se han quedado sorprendidos con que saliéramos juntos.
-          Habíamos quedado en que no podíamos decir nada… si no nos besamos, no se hubieran dado cuenta.
-          Tranquilo, Cris se habría encargado de decirles algo…
-          Sí, se ve que tenía ganas de soltarlo…
-          Además, estaba esperando que me largara para venir a buscarte.
-          Era para salir con nuestros amigos, no tiene por qué ir con segundas.
-          Ya…- digo mirando por la ventanilla. Odio haberme puesto así al final, siempre acabo quejándome de todas las cosas que hace Cris. Pero, joder, siempre tiene que estar en medio. Está claro que sabía perfectamente que me iba a Mollet. ¿Le parece bien a la primera de cambio ir corriendo a quedar con él, a solas? Vamos, a mí no me parece lo más norm…
-          Ya hemos llegado.- dice Dani mirándome. Yo estaba tan a lo mío que no me di cuenta de que ya  había aparcado el coche y estaba esperando a que me bajara.
-          Perdona, estaba a mis cosas.- digo bajando del coche. Cerramos las puertas y nos dirigimos a casa de Dani. En el ascensor los dos estamos callados, yo porque creo que la he cagado hablando así de Cris. Dani… no sé por qué, pero tiene las manos en sus bolsillos y mira al suelo. Salimos y saca las llaves para abrir. Me deja pasar a mí primero, y yo entro y me quedo sin saber muy bien qué hacer. Normalmente es él quien está normal después de que se la monte por los celos, pero hoy está callado y no me mira.
-          Voy a cambiarme.- dice entrando en su habitación. Yo me quedo de pie, sin saber muy bien qué hacer. Mi maleta está justo en la puerta, cerrada. La miro, y me siento en el sofá. Al momento sale Dani con un pantalón más cómodo y una camiseta.
-          Creo que sería mejor que me fuera a mi casa…- digo mirando hacia la tele que está apagada.
-          ¿Por qué?- me pregunta, quedándose de pie.
-          ¿Estás enfadado?- pregunto mirándole.
-          No, no estoy enfadado.- dice sin mirarme.
-          Entonces, ¿por qué estás así conmigo?
-          No estoy nada contigo. Simplemente tenía ganas de cambiarme de ropa.
-          Ya…- digo mirando al suelo. Me levanto y me acerco a mi maleta y me dirijo hacia la puerta, pero me coge de la mano.
-          Espera, me vuelvo a cambiar y te llevo yo.- ¿perdona? Así que sí que está enfadado. Pero el muy imbécil me dice que no.
-          No hace falta.- digo intentando soltarme. Ahora me he enfadado yo…
-          Espera, por favor. Siéntate y espérame.
-          Si ya te has cambiado, no malgaste el tiempo en volver a cambiarte. Me voy en un taxi y ya está.- digo soltándome finalmente. Salgo y bajo en el ascensor. Cuando se cierran las puertas mis ojos se llenan de lágrimas. Joder, todo me sale mal. Ya sé que no debería ponerme así, pero tengo razón. Salgo del ascensor y me tropiezo porque no veo bien por las lágrimas. Salgo fuera y saco mi móvil. Llamo a un taxi y espero. Me siento en el escalón que está en la puerta y espero al taxi. Me doy cuenta de que estoy temblando, y no del frío. Entierro la cabeza en mis piernas y comienzo a llorar. Si me hubiera ido a Mollet, nada de esto habría ocurrido. Bueno, él habría salido solo con Cris, no sé qué es peor. Siempre tiene que estar en medio. Alguien abre la puerta y yo me acerco más a la pared para que pueda salir bien, pero sin quitar mi cabeza de mis piernas. Pero ese alguien no sale. Se queda mirándome y me acaricia el pelo. Noto que se sienta a mi lado.
-          Anna…
-          No ha llegado el taxi, por eso estoy aquí.- digo sin mirarle.
-          Vamos arriba, anda.
-          No. No quiero.
-          No llores, por favor.- dice pasándome el brazo por la cintura y acercando su cara a mi pelo.
-          Dani, déjame.
-          Anna, no estoy enfadado, de verdad.
-          ¿Entonces por qué llevas sin mirarme desde que salimos de la discoteca?
-          Porque…
-          Porque estás enfadado. Y ni siquiera me dices: ‘Anna, quédate’ sino, ‘yo te llevo’. Eres un imbécil.- digo. Él se queda callado pero al momento se ríe.
-          No tiene ni puta gracia.- digo quitando su mano de mi cintura.
-          Joder, si te quieres ir pues te llevo, prefiero llevarte a que vayas sola. Venga, basta ya de tonterías y sube a mi casa.
-          No voy a ir a ningún sitio, Dani.- digo mirándole por primera vez. Él tiene una sonrisa, por las risas que se ha echado a mi costa antes, pero al ver mi mirada se le borra de la cara. Tengo que tener una cara bonita con tanta lágrima y todo el maquillaje que llevaba. En ese momento llega el taxi. Me levanto pero Dani me vuelve a sentar.
-          No te vayas.
-          Déjame, Dani. Y decídete, o me quedo o me voy. O me miras o no me miras, o me hablas o no me hablas.- digo levantándome. Agarro la maleta y me dirijo al taxi. Él también se levanta y se dirige al taxista, y antes de que llegue a abrir la puerta, el taxi se va.
-          ¡Eres subnormal! ¡Ahora tengo que esperar a que venga otro!- digo pegándole un golpe en el brazo.
-          Ay, no me maltrates. Vamos a mi casa y no tendrás que esperar ningún otro taxi.
-          Vale. Subamos otra vez en el ascensor, vuelve a mirar al suelo callado, entremos en tu casa otra vez, déjame sola en medio de tu casa sin saber bien qué hacer y así nos lo pasaremos mejor.
-          Perdóname, ¿vale? Pero vamos a hablar esto en mi casa, no en medio de la calle.
-          No quiero hablar nada. Me quiero ir a mi casa.- digo siendo tan cabezona como siempre.
-          Vale. Si no quieres ir por las buenas, irás por las malas.- se acerca a mí y me monta en su hombro literalmente. Mi cara queda a la altura de sus calzoncillos de colores y arrastra la maleta mientras nos lleva hacia su casa.
-          Ahora tendré que perder más tiempo volviendo a bajar.
-          No vas a volver a bajar.
-          Dani, no quiero hablar contigo, no te lo mereces.
-          Pues vamos a hablar, y punto. Dice cuando llegamos a su piso, abre la puerta y me pone en el sofá con cuidado. Yo hago amago de levantarme, pero me coge por los hombros y me sienta mientras él se sienta en la mesita de café.
-          Dani, por favor, déjame irme a mi casa. Ya que no me dejaste irme a Mollet, déjame no perder más el tiempo.
-          No digas eso, Anna. No quería que te fueras a Mollet para que estuviéramos todo el fin de semana juntos. Pero estoy cansado de que siempre nos pase lo mismo.
-          Ya sé que te molesta que te diga las cosas que hace Cris, pero es superior a mí.
-          No hace falta que me digas las cosas que hace Cris porque ya las veo yo, Anna. Y paso. Es mi amiga, se está comportando de una manera que no me gusta, pero no quiero que el tiempo que tengo para estar contigo nos lo pasemos hablando de ella, porque no vale la pena. Y desde ya te digo que si hubiera venido solo no hubiera salido con ella. porque sé que te habría molestado. Y eso es lo que me molesta a mí. Que no confíes en mí.
-          No es que no confíe en ti, Dani. Es que a cada sitio que miro ella está ahí. Y me da miedo que llegue un día y me quieras cambiar por ella.
-          Yo nunca te voy a cambiar por nadie, cariño. Eso no va a pasar nunca.- dice acariciando mi cara y dándome un beso muy suave. Cuando nos separamos, yo miro al suelo sintiéndome tonta.
-          Te quiero, Dani.
-          Yo también te quiero, Anna.- dice acercándose más a mí y dándome un beso. le abrazo por el cuello devolviéndole el beso y me sienta encima de él en la mesita de café. Me quito los tacones y el empieza a quitarme el vestido se hace un poco hacia detrás y de repente siento como si cayera al vacío.
-          Adioooooooooos. Hemos roto la mesa.- dice Dani riéndose en el suelo. Yo miro y me doy cuenta de que una de las patas está completamente partida.
-          Eso es una indirecta, cari. Tienes que hacer dieta.- digo riéndome.
-          Vamos a empezar con un poco de ejercicio, mejor.- dice ayudándome a levantarme y levantándose el también. Nos vamos quitando la ropa mientras nos dirigimos a su habitación y cuando caemos en la cama, ya no llevamos nada de ropa…

martes, 22 de mayo de 2012

Capítulo 72: the rhythm of the night


-          ¿En serio?
-          Sí, así que más vale que sea un buen fin de semana.
-          Annita, conmigo siempre es un buen fin de semana.- dice riéndose. Yo también me río y le beso. De camino a casa llamo a mi madre. Le había dicho que iba a casa y se preocupará. Hablamos un poco y le digo que no puedo ir porque me han surgido unos planes. Creo que sabe que tengo novio, pero me gustaría decírselo en persona así que se lo diré el próximo finde.
-          ¿Qué te ha dicho?
-          Nada, que me porte bien.
-          ¿Tú? ¿Portarte bien?
-          Oye, que yo soy muy buena.
-          Eres y estás muy buena.- dice riéndose.
-          Imbécil.- digo riéndome yo también. Llegamos a su casa y le miro extrañada.
-          Pensé que íbamos a la mía.
-          Ya, pero he pensado que tienes tu maleta, y así ya ninguno de los dos tiene que ir a por ropa. Podemos quedarnos tooooodo el fin de semana en mi casa, sin salir a ningún sitio.
-          Qué aburrido, ¿no?
-          Ya verás lo aburrido que va a ser.- dice riéndose. Yo sonrío y nos bajamos del coche. Dani coge mi maleta y subimos a su casa. Pero, ¡sorpresa! Hay alguien esperando.
-          Hola chicos. Pensé que te ibas a Mollet…
-          No, cambio de planes.- digo sonriendo y agarrando de la mano a Dani.
-          Ah… bueno, yo venía a invitar a Dani a tomarnos unas copas, pero podemos ir los tres…- ya… los tres. Yo dejo la decisión a Dani, ya que no quiero ser yo la que quede como mala.
-          La verdad es que ya hemos pedido una pizza en el coche y pensábamos estar en casa tranquilos…
-          Bueno, como queráis… estaremos los de siempre, por eso pensé que te apetecería.- le dice a Dani. Para mí, los de siempre, es como si hablara en chino. Noto titubear a Dani y me preparo para que diga que sí, que vayamos a tomarnos algo. Cuento hasta diez. Si quiere salir, pues salimos, no voy a cabrearme como siempre.
-          Bueno, una copa y luego nos venimos… ¿te parece?- me pregunta. Yo sonrío y los miro a los dos.
-          Claro. Pero espera que me cambie y me arregle un poco.
-          Claro, no pasa nada. Pasamos y te esperamos.- dice Cris. Vale. No se nos va a despegar por lo que veo. Entramos y Dani le dice a Cris que se siente en el sofá, que él va al baño. Me acompaña a su habitación y deja la maleta en la cama.
-          ¿Estás segura de que te apetece?
-          Claro. Así conozco a esos amigos tuyos.
-          Vale. Estarán encantados.- dice Dani dándome un beso. sale fuera, y adivino que lo de ir al baño era una excusa. Le escucho riéndose con Cris y yo mientras busco algo decente que ponerme. Encuentro un vestido corto, negro, de encaje. Es bastante sexy y así voy acorde con Cris, que se ha puesto una mini falta y un corsé bastante escotado. Busco unos zapatos decentes y encuentro unos peep toe negros con bastante tacón. Me repaso el maquillaje y el pelo y salgo. Dani me mira asombrado y luego sonríe. Me coge de la mano y salimos. Cris había traído el coche, pero para que fueran juntos y así poder beber.
-          Como quieras, podemos ir los tres en el mío.
-          No, si eso llevo yo el mío y así no os molesto.
-          No eres molestia, Cris.- digo sonriendo. Finalmente se va en su coche y nosotros en el de Dani.
-          Vas arrasando, ¿eh?
-          ¿Yo?
-          Sí, tú. Desde ya te digo que mis amigos van a quedar encantados contigo.
-          Para una vez que salgo, tendré que arreglarme.- digo riéndome.
-          Ya… no tiene nada que ver con Cris, ¿no?
-          No.
-          Tú eres preciosa, Anna. Así como vas, o con una bolsa de basura que te pongas.
-          Gracias, supongo.
-          Lo que quiero decir es que no tienes que competir con nadie.
-          No estoy compitiendo con nadie. Pero si salimos a tomarnos algo me arreglaré más que para ir a mi casa, ¿no?
-          Vale, vale. Yo simplemente digo que no pierdas el tiempo en competiciones absurdas, porque es lo que ella quiere. Y no quiero que caigas en ese juego.
-          ¿Te has dado cuenta de eso?
-          No soy tonto, Anna. Pero paso de esas movidas. Y tú deberías hacer lo mismo.
Llegamos a un pub y aparcamos cerca. Al momento llega Cris y se aparca al lado nuestro. Nos dirigimos al pub y Dani me agarra la mano. Yo lo agradezco, ya que estoy un poquito nerviosa por conocer a los amigos de Dani. Entramos y vienen a saludar unos cuantos a Cris, el resto a Dani. Me va presentando uno a uno y yo voy dando besos por doquier. Cuando nos sentamos con ellos los cuento y son como 15. Madre mía. Nos pedimos una copa y charlamos. Poco a poco me voy sintiendo más cómoda y me doy cuenta de que son todos muy simpáticos. Nos quedamos más tiempo del que pensábamos porque nos lo estamos pasando realmente bien. Dani se levanta para ir a por otra copa y me pide que lo acompañe. Cuando esperamos en la barra, me mira.
-          ¿Te han caído bien?
-          Sí, son muy majos todos.- digo sonriendo.
-          Me alegro. Algunos ya querían conocerte desde que te vieron en Estas no son las noticias.
-          Qué cuquis.- digo riéndome. Dani también se ríe y me da un beso. nos besamos mientras nos traen las bebidas y volvemos a la mesa.
-          Así que estáis saliendo juntos…
-          Sí, llevamos un tiempo.- dice Dani.
-          Pues que calladito te lo tenías.
-          Bueno, había que afianzar las cosas.- dice guiñándome un ojo.
-          Sí, los dos lo mantenían muy en secreto. Nadie del equipo lo sabíamos.- dice Cris. Nos quedamos todos callados, Dani y yo porque sabemos que es una puya. Los demás, porque notarán el ambiente caldeado.
-          Pues yo estaría orgulloso de salir con semejante bombón, Daniel. Y lo contaría, por si me la quitan.- nos reímos todos y ayuda a que el ambiente se calme. Pasado un rato Dani se acerca a mi oído.
-          ¿Quieres que nos vayamos ya?
-          Como quieras.- digo sonriendo.
-          Pues vamos, que nos quedan cosas que hacer por casa.- dice riéndose. Nos despedimos de todos y por último de Cris.
-          Pasadlo bien, chicos.
-          Gracias cari.- digo dándole dos besos.