-
¿Diga?
Hola, Flo. bien, bien.- digo mientras miro a Dani. Él me mira alucinado.- no,
estoy en casa. Ya, ya sé que era broma. No te preocupes. Sí, hablamos mañana…
-
Dile
que quedemos para cenar mañana.
-
Espera,
Flo… ¡¿Qué?!- digo susurrando.
-
Sí.
Vamos a contárselo mañana. Esto es una señal, Anna. Estábamos hablando de esto
y nos ha llamado. Vamos a ser valientes. Y vamos a contárselo.
-
Dani…-
digo mirándole angustiada.
-
Sí,
Anna. Venga. No perdemos nada.- dice acariciándome la mano. Suspiro y quito la
mano del teléfono.
-
¿Flo?
Sí, perdona. Es que tengo visita. Sí, estuvo Raúl también. Mira… es que… Dani y
yo… queríamos saber… eh…. Si… bueno, si… te gustaría cenar mañana con nosotros.
No, no pasa nada. Sí, nos apetece. Y así charlamos. Hace tiempo que no lo hacemos.
Vale. ¿A las 8?- Dani asiente.- perfecto. Sí. Nos vemos mañana, Flo. Un beso.
-
Bien,
ya está hecho.
-
A
mí esto no me gusta nada.
-
Anna,
no va a pasar nada. Hazme caso. Es mejor ser sinceros. Y así sabe lo que hay. Si
le gusta, bien. Y si no, también. Lo único que puede es opinar. Y creo que se
decepcionaría más si sabe que le estamos mintiendo. Así, poco a poco, podemos
normalizar las cosas.
-
No,
si dicho por ti suena todo precioso. Solo te falta el vivieron felices y
comieron perdices.
-
No
me gustan las perdices.
-
Dani,
céntrate. Lo que pasa es que yo adoro a Flo. y no quiero que se haga una imagen
equivocada de mí. O que se sienta traicionado o decepcionado.
-
Anna,
¿acaso crees que esto es algo malo?- dice haciendo un círculo entre nosotros.-
¿Estar enamorada de mí te parece algo malo, decepcionante?
-
No,
claro que no.
-
¿Entonces?
Lo que le puede decepcionar es que no se lo hayamos contado, pero que estemos
juntos es algo precioso que nadie tiene derecho a juzgar…
-
Ya…-
digo sonriendo. Cuando quieres, es taaaan cuqui. Me acerco y le beso. él en
seguida me responde y nos mueve hacia mi habitación.- no pierdes el tiempo.
-
Es
que en esto estábamos cuando nos interrumpió Raúl.- dice riéndose. Yo también
me río mientras le empiezo a quitar la ropa…
Me despierto antes de que suene el
despertador. Dani sigue durmiendo, y yo, después de admirarle, me levanto. Me doy
una ducha y cuando salgo sigue durmiendo. Me encanta verle ahí echado en mi
cama. Salgo y me pongo a preparar el desayuno. Mientras estoy concentrada
mirando las tostadas, pensando en todo lo que se nos viene hoy, alguien me
abraza por la cintura y me besa el cuello.
-
Buenos
días.
-
Buenos
días.- digo sonriendo.
-
Estás
madrugadora, algo raro en ti.
-
Estoy
nerviosa.
-
No
tienes que estarlo.- dice dándome la vuelta en el abrazo. Le rodeo el cuello
con mis brazos.
-
Ya…
pero no puedo evitarlo.
-
Pues
disimula, que hasta la cena no tiene que sospechar nada…- dice dándome un beso.
-
Vaaale.-
digo dándole otro. Seguimos besándonos pero me acuerdo de las tostadas. Me separo
y las quito para que no se quemen. Dani mientras prepara la mesa y nos sentamos
a desayunar. Mientras se ducha, hago la cama y me preparo. Salimos y cuando
llegamos, tenemos la suerte de no encontrarnos con nadie. Pero llegamos a los
camerinos y esta Cris esperando a Dani. Disimuladamente le guiño un ojo y entro
en el mío. Leo el guión y salgo a buscar a Dani. No está por ningún lado, así
que me uno a Raúl, Juange y Valdi y me quedo con ellos hablando. En maquillaje
lo encuentro y hablamos. No nos hemos encontrado a Flo y yo en parte lo
agradezco. Pero mi suerte acaba cuando entramos en el comedor y está
esperándonos.
-
Si
son mis chicos preferidos. Entonces, ¿esta noche cena?
-
Sí.
Ya hacía falta una Floren.- dice Dani.
-
La
verdad es que sí. Después de que lo propusiera Anna me animé.
-
A
mí también me apetece.- digo sonriendo. La comida pasa sin ningún percance y
cuando acaba el programa, Dani viene a mi camerino.
-
Voy
a casa. Quiero recoger más ropa para llevarla a la tuya y algunas cositas.
-
¿Te
vas a instalar?- digo sonriendo.
-
Algo
así.- dice riéndose. Me besa pero se separa muy rápido para mi gusto.- no estés
nerviosa, ¿vale? A las 7 y media como muy tarde estoy en tu casa y vamos juntos
al restaurante.
-
He
estado pensando…
-
No
vale echarse atrás.
-
No.
Pero ¿si comemos en mi casa? He pensado que en un restaurante es muy delicado. Si
se enfada o algo, no quiero que montemos un espectáculo.
-
Anna,
no vamos a contarle que hemos asesinado a nadie. No va a montar ningún
espectáculo. De verdad, tranquilízate. Él sabe que no puede ir montando
escándalos por ahí. De ahí que haya dicho un restaurante. Se tiene que cortar
sí o sí.
-
O
sea, que estás acojonado también.
-
No,
no estoy acojonado. Porque, se ponga como se ponga, me va a dar igual. Yo se lo
cuento, para que lo sepa, pero luego si no le gusta, pues lo siento.
-
Vale…
-
Por
favor, relájate. Nos vemos luego.- dice dándome un beso más largo que antes. Yo
salgo al momento y voy hacia mi casa. Me doy una ducha y me visto. Me siento en
el sofá a esperar a Dani y siento como un nudo en el estómago se va haciendo
cada vez más y más grande…