viernes, 30 de septiembre de 2011

Capítulo 18: Me gustas tú.

Miro por la puerta mientras se cierra el ascensor y lo veo allí de pie, mirándome. Subo a mi piso desanimada. Yo quiero más que nadie arreglarlo con él, pero sigue superándome que no me entienda, que no entienda mis celos por Cristina. Llego a casa y me cambio de ropa. Cuando estoy cepillándome los dientes oigo el timbre. El corazón se me para. Voy corriendo y miro por la mirilla. Ahí está él, mirando como si pudiera verme observándole. Respiro y le abro.

- ¿Todavía sigues aquí?

- No tenía ganas de ir a ningún lado. Quería seguir donde lo dejamos, pero tuve que aparcar bien el coche.

- Pues para eso, podrías haberte ido. Tú y yo terminamos, ¿recuerdas?

- No, tú terminaste conmigo. Y además por un estupidez. Que vale, entiendo que estés celosa.

- No estoy celosa.- digo orgullosa.

- Sí, sí lo estás. Y lo entiendo. Porque tienes razón. Si somos una pareja no puedo estar “tonteando” o siendo cariñoso con otras chicas, y menos si son mis ex novias. Te pido perdón por no haberlo entendido antes. Me he comportado como un imbécil.

- Sí, como un idiota. Eso es cierto.

- ¿Me perdonas?

- No lo sé.

- No seas así.- dice acercándose. Yo me alejo. Tenerlo tan cerca no me deja pensar con claridad.

- Es que no entiendo a que viene que lo hayas entendido todo de repente. Hace unas horas era una paranoica que sólo quería controlarte.

- Bueno, porque me he sentido celoso con Raúl hoy. Y no me he querido ni imaginar cómo hubiera sido si te hubiera visto con Miki. He sido egoísta contigo. Y quizás me he sentido un poco agobiado, pero es que ya sabes que yo no soy un chico de relaciones. Y, no sé, supongo que tenía que acostumbrarme.

En realidad, no sé qué decirle. Me ha sorprendido su disculpa. En realidad, me siento un poco infantil por haber estado tan celosa. Pero me alegro que sepa cómo me sentí.

- Me alegro de que por fin me hayas entendido. Pero tampoco quiero que no tengas amigos. Simplemente que entiendas que me molesta que estés cariñoso con otras chicas.

- Eres una celosilla, Anna Simón. No me esperaba yo eso de ti. Estás loquita por mí.- dice riéndose.

- Muy gracioso.- digo molesta. Me doy la vuelta y me hago la ofendida. Al momento está abrazándome por detrás.

- Perdóname, de verdad. No me volveré a portar así de imbécil.

- Más te vale.- digo dándome la vuelta. Le agarro la nuca y le doy un beso. Él me lo devuelve encantado y en seguida nuestras lenguas se encuentran. Sólo han sido unos días, pero parece como si hiciera años desde que nos besamos. Le abrazo fuerte y él me agarra por los muslos y me lleva en brazos a mi habitación. Por el camino nos vamos quitando la ropa. Nunca podría explicar lo que siento por Dani. Me encanta, en todos los sentidos. Me encanta mirarle a los ojos mientras estamos haciendo el amor, y ver reflejado en los suyos todo el amor que siento y que sé que siente por mí. Me encanta cuando esconde su cara en mi cuello cuando ya hemos terminado, como si fuera el mejor lugar en el que estar. Y me encanta despertarme por la mañana y saber que él también está en mi cama. Me quedo mirándolo un rato, mientras duerme. Me levanto sin hacer ruido y me ducho. Cuando salgo, lo veo moviéndose.

- Buenos días, cari.

- Buenos días, cuqui.- dice estirándose.- ¿Por qué no me has despertado? Nos hubiéramos duchado juntos.- dice sonriendo pícaramente.

- Porque estabas muy cuqui durmiendo. Pero venga, levántate, que tienes que ir a tu casa a cambiarte y toda la movida.

- No tengo ganas. ¿Por qué no nos quedamos aquí?

- Porque es nuestra última semana de tonterías y hay que ir a trabajar.- digo sentándome a su lado.

- Tenemos que hablar de las vacaciones, por cierto.- dice dándome un beso en el hombro.

- Mejor lo pensamos con calma.- digo. Yo tendré que ir a ver a mi familia y él a la suya. Además, no es plan de que nos pillen a los dos juntos en algún sitio. Ahora que estamos bien, no quiero pensar en problemas. Se va a su casa y yo mientras desayuno y me preparo. Me pasa a buscar en su coche y nos vamos al programa. Estamos todos tristes, porque no queremos que se acabe. Aunque volvamos en agosto. Pero sentimos que no será lo mismo. Ese día, vuelve a venir Cristina. Dani y yo estamos sentados en el plató hablando cuando lo abraza por detrás. Yo intento disimular y miro hacia otro lado. Dani, amablemente, la aparta y le habla normal. Ella se queda un poco cortada, y le pregunta que si volvió con su novia.

- Sí. En realidad creo que no lo habíamos dejado.- dice riéndose.

- Me alegro. Te mereces ser feliz.- dice ella. Yo decido no intervenir, ya que supuestamente no pinto nada. Dani en seguida intenta meterme en la conversación, pero terminan hablando ellos dos solos. Es normal. Son amigos. Amablemente me voy hacia mi camerino. No pasan dos minutos y entra Dani.

- ¿Estás enfadada?

- No. ¿por qué?

- Porque te fuiste…

- Es que no tenía nada que decir. Pero no estoy enfadada.- digo sonriendo.- de verdad, una cosa es que estés cariñoso con ella y otra que no puedas ni hablar.

- Pero sabes que la me gusta eres tú, ¿no?

- Claro que sí.- digo abrazándole y besándole. Oímos ruido fuera y nos separamos.

- Será mejor que te vayas, por si acaso.

- ¿Por qué no vamos un rato a la terraza, a estar solitos?- dice acariciándome la mano.

- Vale, te veo arriba en dos minutos.- digo dándole un pico y saliendo disimuladamente. Pero nuestros planes se estropean cuando me dice Flo que tiene que mirar unas cosas conmigo. Miro a Dani disculpándome y me voy con él. Después del programa, nos quedamos un rato hablando. Están Cris y Raúl y aprovechamos para hacer migas. Raúl y Dani congenian muy bien, y yo y Cristina, pues intentamos hablar de alguna cosa. Me despido y Dani hace lo mismo. Cuando vamos saliendo veo como Cristina nos mira de manera extraña.

- Será mejor que nos vayamos por separado.- le susurro a Dani.

- ¿Por qué?

- Porque Cristina creo que se huele algo.- digo adelantándome y caminando hacia mi casa. Él se queda atrás y veo que Cristina se le acerca.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Capítulo 17: Libre.

Los días siguientes pasan muy rápido, Dani y yo casi no nos hablamos y los demás piensan que nos hemos enfadado. En la última semana de tonterías, me siento más triste todavía. No quiero que se acabe. No quiero que Romi se vaya y tener que trabajar con Cris. Y lo que es peor, no quiero pasar el verano sola. Más de una vez me dan ganas de hablar con Dani. Pero él pasa de mí. Y ya sé que me dijo que tenía que ser yo la que diera el primer paso, pero no me atrevo. El lunes de la última semana, lo veo esperándome para entrar.

- ¿Cómo lo hacemos hoy?

- No he pensado nada.- digo mirando al suelo. Estoy súper incómoda, y lo que más rabia me da es que él esté como si nada. Decidimos hacer una entrada más bien sosa y pasamos el programa lo mejor que podemos. Cuando acaba me voy rápido a mi camerino. Lo veo esperándome.

- Nos vamos a ir a tomar algo luego. ¿Te vienes?

- No, gracias.

- Venga, no seas aguafiestas. No dejes de salir porque estés enfadada conmigo.

- No estoy enfadada contigo.

- Ya. Por eso ni me miras cuando hablas conmigo.- le agarro la mano y lo meto en mi camerino cerrando la puerta.

- Eso es porque a mí me afectan las cosas, y que lo hayamos dejado no se me hace tan fácil como a ti.

- A mí tampoco se me hace fácil. Pero al fin y al cabo fue decisión tuya.

- No parece que te hayas quedado mal con el tema. La verdad es que pareces más contento.

- No sabes nada. Pero bueno, ya te dije lo que tienes que hacer para arreglarlo, ya que nos has puesto en esta situación tú solita. Entonces, ¿vienes?

- No, gracias. Pásalo bien. – digo cogiendo mis cosas. Cuando estoy en casa me arrepiento de no haber ido. Sobre todo porque el resto del equipo no tiene culpa de que Dani sea imbécil. Así que me pongo guapa, y voy a la cafetería dónde habían quedado. Me encuentro en la puerta con unos cuantos y dentro está Dani. Y también está Cristina Pedroche. Siento que ésta chica me persigue. Están hablando tan tranquilamente, los dos como apartados del resto. Moni me ve y viene a saludarme contenta. Dani mira en ese momento y me ve. Se le quita la sonrisa de la cara. Yo hago como la que estoy feliz y hablo con todos. No me acerco a Dani y su mejor amiga, por supuesto. Pero al final de la tarde, cuando ya casi nos vamos, Moni me la presenta.

- Hola, encantada de conocerte.- dice sinceramente, o eso parece.- eres mucho más guapa en persona.

- Vaya, gracias.- digo sonriendo.- lo mismo digo.- Dani no nos quita la mirada de encima, pero está lejos de nosotras. Hablamos un poco y la verdad es que me siento un poco mal por haberla criticado tanto. Cuando terminamos me doy la vuelta y me tropiezo con alguien.

- Perdón.

- No pasa nada. ¿Anna Simón, verdad? Raúl, encantado.

- Sí… encantada también.- digo extrañada.

- Yo también seré nuevo reportero en Neox.

- Vaya, entonces repito el encantada. No sabía nada.

- Lo dijimos antes de que llegaras hoy.- mirando a Dani ni me había fijado que estaba este chico tan guapo. Estuvimos hablando un rato, y ya luego nos fuimos. Cuando me acercaba a la carretera para coger un taxi, me agarraron del brazo.

- Yo te llevo.

- No, gracias. Ya me voy en taxi.

- Prefiero llevarte yo.- dice arrastrándome literalmente. Le dejo que me lleve, ya que no quiero montar ninguna escena. Llegamos a su coche y me abre mi puerta. Entro y me pongo cómoda. Decido ir callada todo el camino.

- Veo que te ha caído bien el nuevo.

- Sí.

- Están todas como locas.

- Supongo.

- ¿Vas a decir algo que no sean monosílabos?

- No.

- Anna. Está bien, si querías que viera hoy tu punto de vista, lo has conseguido. No me ha podido joder más verte hablando con él.

- ¿Qué? No lo he hecho para darte celos, Dani. Simplemente ha sido amable conmigo. Ni siquiera he estado con él como tú has estado con Cristina todas las veces que te he visto.

- Yo no he estado de ninguna manera.

- Ya.- digo sonriendo. Nos paramos en mi casa.- gracias por traerme.

- Anna, por favor, vamos a hablar.

- Ya me cansé de hablar, Dani. Además, no dices nada coherente. Simplemente mierdas que pasan por tu cabeza, como celos estúpidos, y no ves lo que está más claro.- digo bajándome y yendo hacia la puerta. Me agarra y me da la vuelta. Nos miramos a los ojos, me agarra de la cintura y me besa. Y yo no puedo hacer otra cosa que responderle al beso. Es un beso suave, delicado. Pero los dos nos echábamos demasiado de menos y en seguida se convierte en un beso demasiado intenso, y nos abrazamos muy fuerte. De repente, noto una vibración en mi muslo. Me separo un poco.

- Te está vibrando algo.

- Joder, Annita, espera al menos que lleguemos a tu casa.

- Lo digo en serio.- digo señalando a su bolsillo. Saca el móvil y me da tiempo de ver quién lo llama.

- Cógelo.- le digo. Me mira y contesta. Habla unos cuantos segundos y veo que rechaza la oferta de Cristina.

- Sigamos dónde estábamos.

- No, ya se me ha pasado el ímpetu. Será mejor que te vayas.

- ¿Qué? Pensé que estábamos reconciliándonos. De hecho le he dicho que no a Cris porque pensé en estar contigo.

- Pues llámala otra vez. Le encantará. Además, eres libre de hacer lo que te dé la gana.- digo dándome la vuelta y entrando en mi portal.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Capítulo 16: Insoportable.

Al día siguiente me despierto con dolor de cabeza. No he dormido nada bien y no tengo ganas de ir al programa. Tampoco quiero encontrarme con Dani. Todavía no puedo creerme que se enfadara de esa manera. Vale, puede que yo esté paranoica, pero es normal. Al día siguiente de acostarnos ya estaba quedando con su ex novia. Es normal que sea desconfiada. Me tiento a llamarlo, pero paso. Que sea él quién llame, si aún le intereso. Muy a mi pesar llego al programa y veo el coche de Dani. Intento escabullirme y meterme en mi camerino, pero Flo me ve.

- Hola Annita. Te estaba esperando. Tenemos reunión, por lo del contrato en Antena 3. No te llamé porque me supuse que ya venías.

Dejo mis cosas en el camerino y voy a la reunión. Nada más entrar, me encuentro a Romi, con un sitio a su lado sonriéndome y miro hacia el otro lado de la mesa y me veo a Dani con Cristina Pedroche hablando muy “amigables”. Me siento al lado de Romina y noto que alguien me mira. Ya me imagino quién es, pero no tengo ganas ni de mirarle. Nos explican que tendremos programa en Neox, en vez de en Antena 3, y que empezaremos en Agosto, con un mes de vacaciones. Se confirma que Romina se va y que Cristina será la nueva reportera. Según acaba la reunión, me voy a mi camerino. Leo mi guión y a la hora del almuerzo decido quedarme aquí también. Tengo la esperanza de que venga Dani a ver por qué no he ido a comer, pero no aparece nadie. Más deprimida todavía, voy a maquillaje y me cambio de ropa. Vuelvo a mi camerino y me encuentro el de Dani abierto, y a él y a Cris hablando y riéndose. No puedo ver gran cosa, sólo la espalda de él y a ella sentada en el sofá. Se les ve muy animados. Cierro con fuerza mi puerta y la risa de Dani se corta. Oigo murmullos y los oigo despedirse. Oigo que se queda parado por fuera de mi camerino pero al final se mete en el suyo. Cuando quedan 15 minutos para que empecemos, voy hacia dónde salimos Dani y yo, ya que tenemos que hacer algo en nuestra entrada. Lo veo allí esperando, apoyado en la pared. Cuando me ve se endereza.

- Tenemos que hablar.

- Ahora mismo sólo tenemos que hablar de nuestra entrada, ¿qué hacemos hoy?

- No lo sé, ni me importa. Quiero hablar de lo que pasó ayer.

- Pues no lo sé, ni me importa, lo que pasó ayer.- digo imitándole.- ahora tenemos trabajo y es lo que vamos a hacer.

- Anna, te estás comportando como una inmadura.

- Será porque me parezco a Lara, ¿no?- ese golpe bajo lo deja callado y le quita la chulería que tenía.

- Lo siento. Ayer no quise decir eso. Estaba cabreado. Sabes que no lo pienso.

- Entonces, si no lo piensas, es que lo dijiste para hacerme daño, y eso no habla muy bien de ti.

- Es que no me gusta que estés controlándome de esa manera. Yo salgo con quién me da la gana y si eso…- se interrumpe al oír a alguien que viene.

- ¿Cómo vamos a hacer la entrada?- digo zanjando el tema.

En el programa estamos los dos un poco incómodos, casi no nos miramos y cuando acaba, me voy rápido a mi camerino. Sólo quedan dos semanas para que acabe tonterías. Y luego vacaciones. Creo que lo necesito. Romina me está esperando en la puerta.

- Cuquita, ¿quieres ir a tomarte algo?

- No tengo ganas, Romi. Ayer dormí fatal y estoy súper cansada.

- Venga, porfi… vamos a ir unos cuántos. Viene Dani también. Y creo que la nueva, para “presentarla”.

- No, en serio. No tengo ganas. Ya me contarás mañana como les fue.

- Annita, anímate y ven.- lo pienso, pero no me apetece nada ver el buen rollito entre Dani y Cristina, así que decido que lo mejor es irme a mi casa. Cuando estoy llegando, suena mi móvil. Es Dani. Paso de cogerlo y subo a mi casa. Sigue llamando. Dejo el móvil en mi habitación y me tumbo en el sofá a ver la tele. De fondo sigo oyendo el teléfono. Me preparo la cena y decido ir a buscar el móvil. Tengo 15 llamadas de Dani y 2 de Romina. Llamo a Romi.

- Tendrías que haber venido. Nos lo hemos pasado genial. Yo me he tenido que ir, porque tengo repor ahora.

- Bueno, otra vez será.

- Si quieres puedes venirte, se van a quedar aquí unos cuantos. Además, Dani está intentando localizarte.

- Es que tenía el móvil en modo silencio. Ya hablaré con él luego. Y ¿qué te parece Cristina?

- Pues no sé. No es tan mal chica como pensaba, supongo. Pero no se separó de Dani, así que tampoco pude hablar mucho con ella. Ya te digo que yo creo que son novios.

- Pues seguramente. Hoy no se despegaban.- digo enfadada.

- Yo el otro día de fiesta me olía algo. Pero no lo sé. Bueno, cuquita, te dejo que me tengo que ir. Llama a Dani.

Le digo que sí y cuelgo. No voy a llamarle. Encima está ahí, pasándoselo genial. Mientras yo aquí sufriendo como una imbécil. Decido cenar, aunque se me ha quitado el hambre y me pongo a ver la tele. Cuando me estoy quedando dormida, llaman a la puerta. Me acerco y miro por la mirilla, aunque ya sé quién es. No se le ve muy perjudicado. Le abro la puerta, ya que prefiero enfrentarlo en mi casa que en el programa, delante de todo el mundo.

- Hola.- digo abriendo la puerta muy poco.

- ¿Puedo entrar?

- No son horas de estar molestando, Daniel.

- No respondes al teléfono. Tenemos que hablar y cuánto antes, mejor.

- Pasa.- digo apartándome de la puerta. Me siento en el sofá y él hace lo mismo.

- ¿Por qué no viniste hoy?

- No me sentía bien. Ya veo que tú sí.

- Pensé que ibas a venir. Por eso te estaba llamando.

- No hacía falta yo allí para nada.

- Veo que Romina te volvió a contar mierdas.

- No. Simplemente me dijo que se lo pasó bien.

- Entonces, ya ves que tenías que haber venido.

- No, porque t vuelvo a repetir que no pintaba nada. Entiendo que tengas tantas amigas, Dani, y que seas cariñoso con ellas. Yo fui tu mejor amiga y la gente pensaba que estábamos juntos.

- No trato a las demás como te trataba a ti. Tú siempre has sido especial para mí.

- Pues no lo parece, Dani. Y ¿sabes qué? Tienes razón. No soy nadie para controlarte. Pero no puedo evitarlo. Para mí, estar con alguien, es respetarlo, es saber lo que le molesta y respetarlo. Y está claro que tú vas a tu bola.

- Es que tú me pides que seamos, yo que sé, la pareja más seria. Yo no me tomo la vida así de seria.

- Entonces, se supone que estamos juntos pero cada uno puede salir con amigos, y abrazarse y darse cariño. Porque al otro no le va a molestar. Es decir, que a ti no te molestaría si me voy el fin de semana a Barcelona, quedo con Miki y mis amigas, nos vamos de fiesta y Miki y yo nos abrazamos y nos hablamos con cariño.

- Ni se te ocurra hacer eso. Por supuesto que me jodería. Pero es distinto.

- No, no lo es. Ya te dije que me molestaba. Y lo sigues haciendo. Está claro que no tomas en cuenta nada de lo que te digo.

- No es así, Anna. Pero no me gusta tener que comportarme de distinta manera a la que soy. Sabes que soy cariñoso, con ex novias, amigas, amigos o lo que sea. No voy a dejar de comportarme así con nadie. Y menos porque tú me lo pidas.

- No quiero que dejes de comportarte de ninguna manera. Simplemente digo que tenemos formas distintas de ver las cosas. Y que esto no va a funcionar.

- No estás siendo justa, Anna. Si las cosas no son como tú quieres, se acabó y punto.

- Es que ni siquiera me entiendes, Dani. Ni siquiera te pones en mi lugar.

- Es que Cristina es sólo una amiga.

- ¡Lara también lo era y terminó besándote y tú mintiéndome! ¿De verdad no lo entiendes?- digo levantándome.

- Ya te pedí perdón, por eso. No sé cuántas veces más tengo que hacerlo.- dice levantándose también.

- No tienes que pedirme perdón. Simplemente tienes que entender que no confíe en tu relación con tus ex novias.- respiro hondo.- mira, lo mejor es que lo dejemos, y punto. Esto no va a ninguna parte, y si no somos capaces de ponernos de acuerdo en algo tan básico, no le veo caso a seguir juntos.

- Yo no quiero dejarlo. Yo quiero seguir contigo.

- Y yo, pero así, no se puede. Así que, eso es lo mejor.

- ¿Te rindes a la primera de cambio?

- Sí. Esta situación me está volviendo loca. Es insoportable. No duermo bien, no me siento bien, y no veo una solución.

- Entonces, nada. Lo dejamos. Pero que quede claro que has sido tú. Y que si quieres que volvamos, vas a tener que hacerlo tú. Porque yo no quiero dejarte.- dice yendo hacia la puerta. Cuando se va, respiro hondo y me siento. Me duele dejarlo con él, pero es lo mejor. O eso creo.