viernes, 9 de septiembre de 2011

Capítulo 6: Lo que no ves

Al final recibo mi invitación. Me hace ilusión porque Sandra es una amiga nuestra de hace tiempo y me alegro de que haya encontrado a alguien que la quiere de verdad. Le digo a Miki que no lo puedo ver este fin de semana porque tengo boda.

- No me hubiera importado ir contigo.

- ¿En serio? Pensé en llevarte, pero me pareció algo precipitado.

- Bueno, así conocería a tus amigos.

- En realidad habrá más gente que no conozco que gente que conozco- digo riendo. – Sólo conozco a los novios, a la familia de ella y a Dani, que va conmigo.

- ¿Vais a ir como acompañantes?

- Sí. Dani pensó que iría contigo pero pensé que tú podrías sentirte incómodo.

- Bueno, la verdad es que no me hubiera importado. Quiero decir, nosotros estamos saliendo y alguna vez tendré que conocer a tus amigos.

- Por supuesto. – digo entusiasmada.- no pensé que quisieras ir, pero para la próxima te pregunto.

- No te preocupes. Ya habrá más ocasiones de conocer a tus amigos.

Pensándolo ahora, quizás debería haberle invitado. Llamo a Dani a ver si puede ir con otra persona, porque me siento mal por Miki.

- Pff, Annita. Con tres días de antelación lo veo complicado. ¿Por qué quieres llevarlo ahora?

- Porque le dije que me iba a una boda y me dijo que le hubiera gustado ir para conocer a mis amigos.

- Pero si tú no conoces a nadie allí- dice riéndose.

- Ya se lo dije. Pero no sé, me siento culpable.

- Bueno, si quieres ve con él. Yo puedo ir solo, no tengo problema por eso.

- ¿Cómo vas a ir solo? Olvídalo. Ya llevaré a Miki a otra reunión importante.

- A mí no me importa, en serio.

- No, Daniel. Ya te dije que iba contigo e iré contigo. Supongo que no quiero cagarla con Miki.

- Bueno pues tráelo a Madrid y nos lo presentas. Seguro que eso le gusta.

- Ya veremos- lo menos que me apetece es presentárselo a Dani.

El jueves fui a comprarme mi vestido para la boda y el viernes nos fuimos a Vigo, que era dónde se celebraba la boda. Dani iba muy guapo, con un traje, con su corbatita. Muy sexy. Y yo con un vestido negro muy elegante y taconazos. Nos lo pasamos genial y la boda fue preciosa. Nos quedábamos el sábado a dormir allí en Vigo porque la boda acababa muy tarde. Después de estar de fiesta y de que se fueran los novios, nos fuimos al hotel.

- No señor. Habíamos reservado dos habitaciones.

- Pues a mí sólo me figura una habitación para Anna Simon y Dani Martínez.

- Estoy seguro de que reservé dos habitaciones. En tal caso, nos puede dar otra ahora, ¿no?

- No, lo siento. El hotel está completo por una boda.

- Sí, nosotros venimos de ella y por eso reservé con antelación dos habitaciones- dice Dani empezando a mosquearse.

- Mire, no hay ningún problema, la habitación tiene dos camas, ¿no?

- Sí. Están juntas, pero son dos camas.

- Pues ya está, no hay problema. – le digo sonriendo.- Dani, no te preocupes. Sólo vamos a dormir así que no hay problema.

- Me molesta que yo haga las cosas con tiempo y salgan mal.

- Bueno hijo, yo tampoco pensé en lo de las habitaciones, si te soy sincera. Pensé que dormiríamos en la misma.

- ¿Ah, sí?- dice sonriendo.

- Somos adultos, Daniel. Podemos pasar la noche en la misma habitación sin que pase nada de nada.

Veo que me va a contestar pero nos interrumpe el recepcionista. Nos llevan a la habitación y nos dejan solos. La habitación es preciosa y las camas, efectivamente, están juntas, pero son dos camas individuales. No puedo evitar sentirme un poco nerviosa así que para disimular abro la maleta y busco el pijama.

- Pues no está nada mal la habitación.

- No, es bastante bonita. – digo mientras encuentro el pijama. – voy al baño.

Él asiente y le veo buscando el mando de la tele. En el baño me pongo más nerviosa. Igual no fue buena idea eso de una sola habitación. Intento olvidarme de la situación para no parecer que estoy incómoda y salgo fuera.

- No estarás poniendo porno, ¿no?

- He intentado buscarlo pero no lo encuentro.- dice riéndose.

- Que gracioso.

- Busca algo mientras yo también me cambio.

Hago zapping pero no encuentro nada muy interesante, así que lo dejo en una cualquiera y miro mi móvil. Tengo 4 llamadas de Miki. En la boda había demasiado ruido así que por eso no lo oí. También tengo un mensaje: “Sólo te llamaba para ver cómo te iba en la boda. Espero que lo hayas pasado bien. Un beso”. Bueno, al parecer la cosa se está poniendo seria si me está controlando…

- ¿Todavía no has encontrado nada porno?

- No, y no hay nada que sirva.

- ¿Estabas hablando con alguien?

- No, miré a ver si tenía alguna llamada. Miki me llamó, pero se ve que no lo oí.

- Vaya, o sea que vais en serio.

- Algo así. – digo no muy segura.

- Tendrías que haberlo traído.

- Creo que fue una buena idea venir sola. Quiero decir, estamos bien pero tampoco quiero que de repente seamos inseparables. No quiero agobiarme.

- Ya tienes edad para agobiarte.

- Mira quién habla- digo riéndome.

- Lo mío es otra movida. Hasta que no encuentre a la persona adecuada, no voy a salir con nadie.

- Lo que no ves, Daniel, es que la persona adecuada no aparece de la noche a la mañana. Tendrás que hacer unos esfuerzos como ir a cenar o ver una peli en casa juntos. No todo es conocerla y llevarla a la cama. Así nunca la encontrarás.

- Lo que tú no ves, Annita, es que yo ya la he encontrado. Pero al parecer ella ha encontrado también a otra persona. Ahora sólo es cuestión de esperar y ver qué pasa.

- ¿Me vas a decir ya quién es?

- No. Si no te has dado cuenta, todavía no es el momento para decírtelo- dice sonriendo. Vale, ahora puedo hacer dos cosas. Hacer un alarde de egocentrismo y decir que soy yo, o hacerme la tonta y decir que no sé de qué habla.

- No quiero sonar egocéntrica… pero ¿estás hablando de mí?

- Es posible.- dice sonriendo. Será cabrón.

- No me vale un es posible, Daniel. Pensé que eras más valiente.

- ¿Qué?

- Sí, pensé que eras un hombre de verdad. Y nunca pensé que te gustara alguien y te lo guardaras en vez de ser honesto y decírmelo.

- Perdona, pero en el momento en el que te lo iba a contar me dijiste que tenías una cita con otro.

- ¿Y fue en ese momento cuando te diste cuenta de lo que sentías?

- Claro. La noche anterior, cuando deje a Lara. En realidad fue en ese momento que tuvimos en tu casa, cuando salimos de fiesta. Creo que nunca te había visto de esa manera.

- Y si tú también sentiste eso, ¿por qué coño me dijiste al día siguiente que estabas con Lara?

- Pues porque no estaba seguro de querer que nuestra relación cambiara.

Me quedo callada. Es decir, se da cuenta de que le gusto más que como una amiga, y no está seguro de querer nada conmigo. Menudo mamón.

- Creo que me voy a dormir. Buenas noches.

- No, espera. Estamos hablando.

- No quiero seguir con esta conversación.

- ¿Qué he dicho?

- Nada.

- Anna.

- No quiero hablar, Dani. Buenas noches.

- Joder, llevo esperando cuatro meses a mantener esta conversación contigo, ¿y me dices que no quieres hablar?

- Pues yo llevo esperando años que te fijes en mí. ¡Años! Como una auténtica imbécil. Pensando que algún día te darías cuenta de que yo era buena para ti. Y resulta que después de haber estado completamente ciego, no quieres nada conmigo porque es cómodo para ti tener una amiga como yo. Y sabes que la vas a cagar porque tú te aburres de las mujeres muy rápido.

- No he dicho eso.

- Pero es lo que es, Daniel. De verdad pensaba que eras el hombre perfecto para mí y estás siendo egoísta. Porque de repente te das cuenta de lo que sientes y me lo cuentas, sabiendo que estoy con Miki. Pero yo me he estado callando desde siempre, para no fastidiarte tu vida.

- Me lo tendrías que haber contado.

- ¿Para qué? ¿Para echar un polvo y a las semanas, meses como mucho, me dieras la patada? En el fondo sabía que eso era lo que pasaría. Por eso nunca te dije nada.

- No es mi culpa no haberme dado cuenta antes, Anna.

- No, no lo es. Pero eso sólo lo hace más triste. Has tardado año en darte cuenta de que soy una chica atractiva con la que podrías tener algo.

- Siempre he sabido que eras atractiva, Anna.- dice con voz cansada.

Me levanto de la cama como impulsada por un resorte y salgo de la habitación. Oigo que me llama pero yo no quiero ni verle en este momento.

3 comentarios: