lunes, 5 de septiembre de 2011

Capítulo 3: Tras de mí.

Según fueron pasando los días, empecé a olvidarme de todo lo que había pasado. Dani estaba conmigo como siempre así que pasé de sus movidas con Lara. Pero no iba a poder olvidarme tan fácilmente. Después de uno de los programas vino corriendo a hablar conmigo antes de que me fuera.

- ¡Annita espera!

- Dime.

- Tienes que hacerme un favor. Este fin de semana te vas a Mollet como siempre, ¿no?

- Sí. ¿Por qué?

- Es que quiero que te quedes aunque sea el viernes y vayas a casa el sábado.

- ¿Qué? ¿Por qué?

- Es que he planeado una cenita con todos mis amigos y no puedes faltar tú.

- Que cuqui eres- le digo sonriendo.

- Además a ti fue a la primera a la que le conté sobre Lara y como la cena es para presentárosla pues… me encantaría que vinieras.

En ese momento me alegro de no haberle dicho que sí, porque lo último que me faltaba era pasar un viernes por la noche aguantando esa movida.

- Este fin de semana me es imposible, cari. Tengo una cena de familia el viernes y no puedo faltar.- miento.

- Joder Anna, no me hagas esto. A tu familia la tienes siempre, pero yo no voy a hacer otra cena para que la conozcas. Mejor que la conozcáis todos juntos.

Lo pienso un momento y sí, es mejor conocerla rodeada de gente que sólo los tres. Aunque sigue sin apetecerme nada de nada.

- No sé Dani…

- Por favor Anna. Te juro que no te vuelvo a pedir nunca nada más.

- No te lo crees ni tú- le digo riendo.

- Venga porfa, porfa, porfa- me dice agarrándome de las manos.

- Joder, está bien. Pero ya me debes dos, e importantes. Algo pensaré para estar en paz.

- Te juro que hago lo que me pidas. El viernes he quedado con todos a las 9 en Friday´s . Te espero allí.

- ¡Allí estaré!- digo no muy convencida.

Y ese viernes a las 8 aún estoy por mandarle un mensaje y decirle que me encuentro mal. Lo último que me apetece es ir a cenar con ellos dos. De repente mientras me estoy vistiendo suena el móvil.

- ¿Sí?

- Hola Annita. Estoy pasando ahora mismo por tu casa y como Dani me dijo que ibas a venir a la cena, si quieres te recojo y vamos juntos.- me dice David Broncano.

- ¡Sí! Me encantaría. En 10 minutos estoy lista.- digo aliviada. Al menos no llego sola.

Llegamos al restaurante y ya hay algunos amigos de Dani. A todos los conozco y me llevo muy bien con ellos. Me extraña que no haya invitado a nadie más del programa. Y sobre todo lo que menos me gusta es que soy la única mujer. No es que me queje, ya que todos son muy amables conmigo. Pero podría haber invitado a alguna chica más. Hablo mucho con Broncando y Rovira así que nos sentamos juntos. Esperando a que lleguen voy al baño y al volver me encuentro de frente con Dani que acaba de llegar. Me sonríe y se acerca con Lara al lado.

- Annita te presento a Lara. Lara, esta es Anna Simon.

- ¡Hola! Encantada- digo forzadamente.

- Hola Anna. Yo también estoy encantada de conocerte.

Pues sí, parece que es buena chica. Y yo me siento fatal porque sin conocerla ya me cae mal. La pobre no tiene culpa de nada…. Voy a mi mesa y paso la cena lo mejor que puedo. Gracias a estos dos me mantengo entretenida y no tengo que pensar mucho en Dani y Lara. Cuando deciden irse de fiesta yo les digo que me voy a casa, que al día siguiente voy a Mollet temprano. Dani sale fuera para acompañarme a coger el taxi.

- Muchas gracias por venir, Annita. Y por cancelar la cena con tu familia por mí. De verdad que me ha hecho muy feliz que estés hoy.

- De nada Martínez, para eso estamos las amigas- le digo sinceramente. No me apetecía nada venir, pero no puedo ser egoísta y no alegrarme porque él sea feliz.

- Que pases un buen fin de semana- me dice abrazándome.

- Igualmente. Y pásenlo bien esta noche- digo riendo. Me meto en el taxi y voy a casa. La vida es una mierda ahora mismo y lo único en lo que puedo pensar es en ir a casa.

El sábado por la tarde salgo con mis amigas a tomarnos algo. Hablamos de muchas cosas y cuando nos íbamos me encontré en el bar con Miki Esparbé. Un antiguo compañero de un programa que hice en Cataluña.

- Hola Miki, ¿Cómo estás? ¡Cuánto tiempo!

- Pues sí. Ya sé que te mudaste a Madrid, además veo tu programa.

- Muchas gracias- le digo sonriendo.- la verdad es que nos va muy bien.

- Me alegro mucho por ti. A ver si quedamos y nos ponemos al día.

- ¡Claro! Eso está hecho. Te llamo y ya miramos, ¿vale?

- Perfecto.- y nos despedimos con dos besos.

Ese mismo lunes veo que me empezó a seguir en twitter y yo hago lo mismo. La verdad es que me gusta hablar con él y poco a poco vamos hablando más. Hasta que un fin de semana me ánimo a llamarle para quedar.

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