domingo, 25 de septiembre de 2011

Capítulo 13: No puedo vivir sin ti.

Los días siguientes no nos despegamos el uno del otro. Delante de la gente actuamos normal, como siempre. Pero cuando estamos solos nos podemos separarnos el uno del otro. Quedamos todas las tardes después del programa y mi casa se ha convertido en nuestra casa. Pero la verdad es que echamos de menos no poder ir a algún restaurante, o ir al cine.

- ¿Por qué no vamos hoy a cenar fuera?- le digo mientras estamos abrazados en la terraza.

- Porque se supone que lo nuestro es un secreto.

- No, pero podríamos ir cómo amigos. Comportarnos como si sólo fuéramos amigos y tomarnos el postre en casa.- digo sonriendo.

- Lo del postre ya me gusta más.- dice riéndose.- no me parece mala idea, pero se me va a hacer muy difícil mantener las manos lejos de ti.

- Pero así hacemos algo diferente. Tengo mi piso demasiado visto.

- Podríamos cambiarnos al mío. Pero es que tu cama mola más.

- Bueno, pues hoy cenamos fuera y vamos a tu casa. Así cambiamos la rutina. Pero tengo que pasar por mi casa para coger la ropa para mañana y todo eso.

- Si quieres te llevo y te espero.

- No, vamos a hacerlo como una cita. Tú te vas a tu casa, yo a la mía. Y luego me pasas a buscar. Te adelanto que voy a ir bien vestida, así que tenemos que ir a un sitio elegante.

- Entonces yo también tendré que ir bien vestido y toda la movida.- dice con cara graciosa.

- Claro. No puedo esperar más a que llegue esta noche.- digo sonriendo. Él también sonríe y me besa. Oímos ruido y nos separamos. Nos apoyamos los dos en la pared y hacemos que somos los mejores amigos. Cuando acaba el programa me voy volando a mi casa. Me ducho, preparo dos cosas para llevar a casa de Dani y me visto. Decido ponerme un vestido negro, muy elegante y unos zapatos negros de tacón. Me rizo el pelo y me maquillo. A las 9 se supone que viene a buscarme Dani. Me siento nerviosa y a las 9 menos cinco llega. Bajo y me lo encuentro muy guapo vestido también. Unos pantalones negros y una camisa blanca con corbatita negra.

- Qué guapo estás, cari.- digo dándole un abrazo.

- Tu también, cuqui. Venga, vamos a cenar.

Llegamos a un restaurante muy elegante, y el maître nos lleva una mesa que ya reservó Dani.

- Madre mía, Dani. Esto es un restaurante de los buenos.

- Nuestra primera cita lo merecía.- dice sonriendo.- además, me dijiste un sitio elegante.

- Ya, pero esto es precioso. Me encanta.

- Te he traído algo, pero creo que será mejor que te lo dé en casa. Se supone que estamos cenando de amigos, y los amigos no se dan regalos en las cenas.

- Ya me has puesto nerviosa.- digo riéndome.

Cenamos una comida deliciosa, y toda la cena no paramos de mirarnos a los ojos. No hablamos de nada importante, pero el sitio en el que estamos hace que esta cita sea la más especial que he tenido nunca. Cuando terminamos de comer, vamos a su coche. Está en un aparcamiento y bajamos en el ascensor. Espero a que se cierren las puertas y lo agarro por la nuca. Le beso con todo el amor que puedo poner en el beso, dándole las gracias por la cena tan maravillosa que tuvimos.

- Annita, controla, que todavía tenemos que llegar a mi casa.- dice cuando nos separamos.

- Muchas gracias por la cena. Me ha encantado.

- Te merecías eso y más.- dice dándome otro beso. Cuando se para el ascensor nos separamos y vamos hacia su coche. Llegamos a su casa y no paramos de besarnos hasta que llegamos a su puerta. Sigue besándome mientras a tientas intenta abrir la puerta. Entramos besándonos y nos acercamos hasta el sofá, dónde Dani se tumba de espaldas y yo encima de él. Seguimos besándonos con pasión, y la mano de Dani me empieza a acariciar por debajo del vestido. Sube hasta mi espalda y mi respiración se empieza a agitar. Le desabrocho la corbata y la camisa, y se las quita. Me quito los zapatos y él hace lo mismo. Nos movemos quitándonos la ropa y acabamos en el suelo riendo.

- Mejor vamos a mi habitación.- dice Dani besándome el cuello. Yo le beso en la boca y no le contesto. Seguimos besándonos y acabamos haciendo el amor allí, en el suelo, pero a nosotros lo único que nos importa es estar así, amándonos de una manera que no se puede explicar. Cuando acabamos, Dani se levanta y me lleva a su habitación. Me acuesto en la cama y sale por la puerta. Me quedo tumbada, relajada, mirando el techo, de repente aparece con un ramo de rosas.

- Esto es lo que te quería dar.

- Dani, son preciosas.- digo acercándomelas a la nariz para olerlas.- son mis flores preferidas.

- Lo sé. Por eso las compré.- dice dándome un beso.

- Te quiero, Dani.- digo emocionada.

- Yo también te quiero, Anna.- dice acercándose a mí y besándome. Deja las flores en el suelo y me tumba otra vez en la cama. Creo que nunca en mi vida he sido tan feliz como en este momento. Y creo que no voy a poder vivir nunca más sin Dani a mi lado.

2 comentarios:

  1. oooooooooooooohhhhhhhhhhhh q bonitoooooooo me encató! jajaja q cuquis! :D siguienteee

    ResponderEliminar
  2. preciosisiimo!!! quiero el siguiente :D

    ResponderEliminar