viernes, 4 de noviembre de 2011

Capítulo 31: Al final.

Cuando acaba el concierto nos vamos a tomar algo a otro sitio. Nos lo pasamos genial y a la 1 y media me deja en casa.

- Nos vemos mañana. Me lo he pasado genial. Gracias por invitarme a ir al concierto contigo.- digo sonriendo.

- Yo también me lo he pasado genial. Tenemos que repetir. Sólo como amigos.- dice haciendo una mueca. Me río y nos despedimos. Cuando se abre el ascensor en mi piso me lo encuentro apoyado en mi puerta, como muchas otras veces.

- ¿Qué haces aquí?

- Estaba esperándote.

- Eso ya lo veo.

- No quería que Raúl nos viera juntos. Me supuse que después del concierto vendrías a casa.

- Podría haberme ido también con Raúl.

- Sí, podrías.- dice indiferentemente como si supiera que esa posibilidad no era válida. Vale que esté enamorada de él pero anda que no hay hombres en el mundo.

- Si no tienes nada más que decirme, ya sabes dónde está la puerta.- digo yéndome hacia mi habitación.

- ¿Por qué me estabas mirando en el concierto?

- ¿Por qué me mirabas tú?

- Porque desde que entraste en el local captaste mi atención.- ¿cómo voy a poder mantener firme cuando me dice esas cosas?

- Ya me di cuenta. No podías quitarme la vista de encima. Por eso te miré, noté una mirada pesadita encima de mí.- digo creídamente.

- Que chula eres.- dice riéndose.- ¿Acaso no me buscaste por todo el local cuando llegaste?

- No.- miento.- ni me acordaba que tú también ibas.

- Ya, pues yo te vi mirar por todas partes nada más sentarte.

- Es lo que se hace normalmente, mirar el ambiente que hay.

- No te lo crees ni tú.- dice riéndose.

- Mira, si has venido a decir tonterías y a reírte de mí, te repito que sabes dónde está la puerta. Nos vemos mañana.

- No he venido a reírme de ti. He venido a comprobar si lo que pasó en el concierto de Iván es verdad.

- ¿De qué estás hablando?

- De que lo significas todo para mí.

- ¿En serio?- digo fingiendo emoción.

- Sí, eso creo.- dice sospechando de mi efusividad.

- A ver qué piensas mañana, porque contigo las cosas son así. Hoy te quiero, mañana prefiero no estar contigo. Pareces un niñato de 15 años en vez del hombre que eres. Y yo ya estoy cansada de jugar. Fuiste muy claro esta mañana. ¿Te arrepientes ahora? Pues piensa las cosas antes de decirlas.

- Me da rabia que no me entiendas. ¿A ti te gusta salir en la cuore y que te líen cada día con alguien nuevo?

- No, pero es que yo, teniendo novia, no voy por ahí liándome con otras. Y aparte de todo eso, no sé qué tiene que ver con el hecho de que quieras dejarme.

- Porque no vamos a poder tener una relación normal todo el día encerrados en casa, Anna.

- ¿Por qué no?

- Porque yo quiero hacer cosas normales, ir a cenar, al cine, a dar un paseo. Joder, tampoco pido tanto.

- No quiero sonar creída ni nada por el estilo, pero si, según tú, no puedes apartar la mirada de mí, ¿por qué es tan malo pasar todo el tiempo aquí, conmigo?

- No es que sea malo, Anna. Yo podría pasarme el día entero en la cama contigo. En la cama, en el sofá, en el suelo. En dónde sea. Pero sé que me voy a agobiar. Porque los primeros días estaría genial. Pero luego nos aburriríamos de hacer siempre lo mismo. Y lo sabes. Porque aunque tú digas que no te cansas de las cosas, haciendo lo mismo todos los días, terminas cansándote.

- Pues ya veremos qué pasa entonces, Dani. No puedes anticiparte a las cosas.

- ¿Sabes qué pasa? Que he estado pensando y me he dado cuenta de que eres importante para mí. O sea, no me he dado cuenta ahora, lo sé desde siempre. Pero no quiero perderte por nada del mundo. Y quiero ser aunque sea tu amigo. Me he dado cuenta de que si lo nuestro no funciona, podríamos acabar mal, sin dirigirnos la palabra. Y no hay nada que odiaría más que eso.

- Eso no va a pasar, Dani. Yo te voy a querer siempre, aunque no quiera quererte. Y no te digo que lo nuestro vaya a acabar bien, porque no lo sé. Pero al final, siempre nos encontraremos, y siempre estaremos juntos. Ya sea como amigos o como lo que sea.- Dani suspira y se sienta en el sofá. Yo me acerco y también me siento. Tiene los brazos apoyados en las rodillas y mira hacia el suelo.

- Siento ser un veleta, Anna. Y cambiar de opinión así. No sé como lo hago, pero contigo me sale todo mal.

- No todo te sale mal.- digo empujándole cariñosamente con el hombro. Veo como sonríe y esa sonrisa me ilumina el corazón. No sé como lo hace, pero al final soy yo la que arreglo las cosas.

- ¿Me perdonas?

- Sí. Te perdono. Pero basta ya de cambiar de opinión. Tienes que aclarar tus sentimientos.

- Ya los tengo claros. Te quiero. Y quiero estar contigo.- dice mirándome fijamente a los ojos.

- Yo también te quiero.- digo sonriendo.

- ¿Y?

- Y quiero estar contigo.- digo riendo. Se acerca a mí y me besa. Yo le devuelvo el beso y nos abrazamos fuertemente.

2 comentarios:

  1. Bffffff me ha encantadoooo!! Me encanta como escribes sus conversaciones, me parece tan reales!!:) Me lo imagino todo y... bff ese final, no podría ser mejor!! Te felicito, excelente cap! Precioso, con muchas ganas del siguiente!!!

    ResponderEliminar
  2. OOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!! que cuuuuukisssssssssss! xD jajaj siguientee que ganas del siguientee

    ResponderEliminar