martes, 11 de octubre de 2011

Capítulo 24: Cosas que suenan a… olvidar.

Dani me mira extrañado y sin saber bien qué hacer. Yo me quedo sin habla. Pero algo tendré que decirle.

- Había quedado con Dani, ¿no te acordabas?- le digo mirándole a los ojos. Él aparta la mirada y de repente siento nauseas. Me pongo la mano en la tripa y miro a Cris.

- No, se me había pasado.

- Dani y yo nos íbamos, me iba a dejar en casa. Pero si quieres me voy en taxi, Dani.- dice sonriéndome amablemente.

- No se preocupen, ya me voy yo en taxi, ya nos vemos mañana, chicos.

- No, Anna, espera.- dice Dani que me coge de la mano. Falsamente le sonrío, no quiero que Cris se entere que esto es una escena de pareja.

- No te preocupes. El café que nos íbamos a tomar puede esperar.- le digo adiós a Cristina y a él y salgo pitando. El taxi que me trajo seguía allí, así que no tengo ni que esperar. Intento encontrar una explicación lógico a qué hace Cris en casa de Dani, pero no se me ocurre nada. Y según me voy acercando a mi casa, me voy cabreando más. Me bajo del taxi y mi móvil empieza a sonar. Es Dani. Ya habrá dejado a Cris y por eso me está llamando. Paso de él y pongo el móvil en silencio. Lo dejo en la sala y me tiro en la cama. Desde aquí lo oigo vibrar, y en la media hora que me paso tumbada no deja de hacerlo. Cuando me estoy levantando para apagarlo suena el timbre de la puerta. Me quedo parada a medio camino y decido ignorarlo.

- Anna, abre la puerta, por favor.- oigo desde fuera. Hago como la que no está en casa y me siento en silencio en el sofá. Después de 10 minutos insistiendo vuelve a llamarme al teléfono. Cuando ve que no consigue localizarme pega un golpe a la puerta.

- Anna, por favor, si estás ahí ábreme, necesito hablar contigo. Por favor.- hago un impulso de levantarme, pero me lo pienso mejor y me quedo sentada. En realidad quiero saber qué excusa tiene que darme. Vuelve a aporrear la puerta con un golpe fuerte y decido levantarme. Miro por la mirilla y lo veo apoyado en la pared, con las manos en las rodillas y mirando al suelo. Respiro hondo y abro. En seguida me mira.

- Déjame pasar, por favor. Tenemos que hablar.- sin mirarle sigo hasta el sofá y dejo la puerta abierta. Entra rápidamente y se sienta a mi lado.

- ¿Por qué fuiste a mi casa? Te dije que venía yo aquí.

- No lo sé, me apetecía verte cuanto antes y fui sin pensarlo.- digo mirando al suelo. No quiero ni mirarle. No quiero mirarle cuando me diga qué es lo que ha hecho con Cris.

- Anna, mírame por favor.- yo sigo mirando al suelo.

- Dime lo que me tengas que decir. Pero ni se te ocurra mentirme.

- Es que no sé qué paso. Me encontré con Cris anoche, en la discoteca. Pero iba súper pedo y no sé cómo acabamos en mi casa. Cris dice que… dice…

- ¡¿qué dice?!- grito sin darme cuenta.

- Pues que nos enrollamos. Pero no nos acostamos, según ella. Y supongo que es verdad porque ella estaba esta mañana en el sofá y yo en mi cama.- dice mirándome arrepentido. Yo evito su mirada y vuelvo a mirar al suelo.- Anna, perdóname, por favor. De verdad que no me acuerdo de nada. Sé que la vi en la discoteca, pero no recuerdo qué pasó en mi casa.

- ¿Cómo pudiste enrollarte con ella?

- No lo sé, Anna. No me acuerdo. Todavía sigo sin entenderlo. Ella se veía medio pillada esta mañana, porque sabe que tengo novia, pero…

- Pero aún así te besó.- digo mosqueada.

- Ella no está con nadie, Anna.

- ¿Encima la defiendes?- digo levantándome.

- No, no la defiendo. Pero el que tenía que haber parado las cosas soy yo, no ella.

- Ella sabía perfectamente que tú estás o mejor dicho, estabas con alguien, y si tuviera un poco de decencia no se habría enrollado contigo. Pero tienes razón. El único que tiene la culpa eres tú. Así que ahora que te has explicado, será mejor que te vayas.

- Lo siento, Anna, de verdad.

- ¿Si no hubiera ido a tu casa me lo hubieras contado?- digo mirándole a los ojos. Él se queda callado mirando al suelo. Está claro que si yo no hubiera llegado se hubiera hecho el loco. Me vuelvo a sentar, apoyando los codos en mis piernas y enterrando mi cara en mis manos. Respiro profundamente y lo noto sentarse a mi lado poniendo una mano en mi cintura.

- Ya nos vemos mañana en el trabajo, Dani.

- Anna, por favor. Perdóname. Sé que es una mierda, pero no estaba en lo que tenía que estar, y no, que no te suene a excusa, es la verdad. Esta mañana cuando la vi en mi casa no pude sentirme peor. Y cuando vi todas tus llamadas quise tirarme por la ventana.

- No es cuestión de perdonarte o no. Es cuestión de que no puedo confiar en ti. El que estuvieras borracho no quita lo que hiciste, yo nunca te engañaría con nadie, ni siquiera estando borracha. Está claro que tú no sientes lo mismo por mí. Lo mejor será que quedemos como compañeros de trabajo y punto.

- Yo te quiero, Anna.

- Pues no lo parece, Daniel. Ni siquiera te he dicho las cosas que me han molestado de Cris, porque lo que hiciste en Italia fue precioso, y no quise estropearlo con esas tonterías. Pero como comprenderás, esto no es una tontería. No puedes emborracharte un fin de semana y no poder asegurarme que no te liarás con alguna. Y encima con una ex.

- No sé qué me pasó, Cris ni siquiera me gusta.

- Antes sí te gustaba.

- Nunca nadie podrá gustarme como me gustas tú, Anna.

- Pues no entiendo entonces por qué te enrollaste con ella. Y, en el fondo, me alegro de haber ido a verte hoy. Estoy segura de que no me hubieras contado nada, y hubiera seguido tan tranquila soportando los trastos que te tira Cristina, aunque no quieras aceptarlo. Ahora, creo que será mejor que te vayas.

- No cortes definitivamente conmigo, Anna. Por favor.- su mirada no puede ser más triste, y yo me muero por decirle que no pasa nada. Pero sí que pasa. Y no puedo flaquear ahora.

- Nos vemos mañana, Dani.

Me mira por última vez y suspirando se marcha. Yo me quedo de pie no sé por cuánto tiempo. Me acuesto en la cama y cierro los ojos. Tengo ganas de llorar y pongo la radio para distraerme. Oigo los primeros acordes de “cosas que suenan a…” de Maldita Nerea y empiezo a llorar. No hace ni una hora que se fue y ya quiero que vuelva. Pero me acuerdo de Cristina y no quiero ni verle. Ni a él, ni a ella.

2 comentarios:

  1. JOOOO!!! q mal... que duro... uff... ajajaj Peromel cap está increible! cada dia te superas! ^^ SIGUIENTE!

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  2. Aiiii no me gusta!:( Siempre tiene que pasar algo... qué penita me dan los dos... espero que esto se arregle pronto! buen cap!:) NEXT!

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