sábado, 8 de octubre de 2011

Capítulo 21: All you need is love.

Estamos sentados en la playa mirando el mar. Dani sentado detrás de mí. Estamos callados, porque no hay nada qué decir. No sé qué hora será, pero me imagino que no muy temprano. Aún así no tenemos ganas de irnos. Se está muy bien aquí, abrazados al lado del mar.

- Con lo bonito que hubiera sido que vinieras conmigo desde el principio. Mira que eres cabezota.

- Tú eres el cabezota. No puedes ir por ahí imponiendo tus deseos. Tienes que preguntarme primero.

- Sabía que te iba a gustar venir aquí.

- Aún así, ya sabes lo que tienes que hacer la próxima vez.

- Ya sé que tú y las sorpresas no son compatibles- dice riendo.

- Depende de la sorpresa.- digo riéndome también.

- Vámonos al hotel.- dice empezando a levantarse. Le agarro para que vuelva a sentarse.

- No, vamos a quedarnos aquí un rato más.- digo echándome hacia atrás y dándole un beso. Él me lo devuelve y me da la vuelta para que me siente encima de él. Seguimos besándonos cada vez más apasionadamente. Nuestras lenguas se entrelazaron y yo siento un cosquilleo por todo el cuerpo. Noto la mano de Dani debajo de mi camiseta, por la espalda. Yo hago lo mismo y Dani comienza a quitármela.

- Va a vernos alguien.- digo mientras me besa el cuello. Mira para cada lado, yo hago lo mismo.

- No hay nadie. Además, desde aquí no creo que nos vean.- dice mientras vuelve a besarme. No me hace mucha gracia que nos pille alguien, pero la verdad es que tiene su cosita hacerlo aquí en la playa. Nos quitamos las camisetas y Dani se entretiene con el cierre de mi sujetador. Le desabrocho el pantalón y él hace lo mismo con el mío. Y ahí, en medio de una playa, hacemos el amor, y tengo que admitir que de las mejores veces. Riendo, vamos hacia el hotel. La habitación que había reservado Dani es preciosa, con jacuzzi en la habitación y todo.

- Anda que no lo habías montado poco bien.

- Lo mejor para mi chica preferida.- dice dándome un beso.

- Lo siento otra vez. Por no venir desde el principio.

- No pasa nada, Anna. Lo importante es que ya estás aquí.

- Pensé que te habrías traído a alguien más.

- Ya me dijo Nacho.

- No pensé que hubieras venido solo.

- ¿Y a quién me iba a traer?

- No lo sé. A algunas de las tantas amigas que tienes.

- Aquí tenía que traer a alguien especial, no a cualquiera.

- Muchas gracias, Dani. Por preparar todo esto para nosotros. Y te vuelvo a pedir perdón por no confiar en ti. Después de esto, no me queda ninguna duda.- digo abrazándolo.

Los días que pasamos en Italia son increíbles. Los primero no salimos de la habitación en todo el día, disfrutando el uno del otro, pero al final vemos unos cuantos sitios de Italia. Cuando volvemos a España todavía queda una semana para que empiece Otra Movida, así que yo me voy a Mollet y él a León a ver su familia. El día antes de irme a Madrid, me voy a Barcelona con mis amigas. En una de las discotecas, mientras bailo, alguien baila conmigo por detrás. Me separo bruscamente y le miro. Es Miki.

- Vaya, hola Miki.

- Hola preciosa, ¿cómo estás?- dice sonriendo.

- Bien, bien. Despidiéndome de Barcelona antes de volver a Madrid.

- Felicidades por tu nuevo programa.

- Muchas gracias.- digo amablemente.- ya nos veremos por ahí.

- Claro. Siento como terminaron las cosas entre nosotros, pero últimamente he pensado mucho en ti. ¿Estás con aquel chico que conociste en la boda?

- Sí.- digo intentando acordarme de mi mentira, de si dije algún nombre o alguna seña de cómo era.

- Me alegro de que seas feliz.

- ¿Tú estás con alguien?

- No, por ahora no. Estoy buscándola.- dice riéndose. Yo también me río porque está siendo amable conmigo, después de lo raro que quedó todo.

- Ya la encontrarás.

- Claro. Ya hablaremos si eso algún día.- dice dándome un abrazo y marchándose.

A la mañana siguiente me levanto con resaca pero contenta, porque por fin voy a ver a Dani. Se ofreció a ir a buscarme a la estación, pero le dije que mejor esperara en mi casa. No quiero que nadie nos pille. Llego y cojo un taxi, porque no me aguanto más las ganas de verle. Cuando llego a mi casa no veo su coche. Me extraña, porque él es siempre puntual. Decido subir las maletas a mi casa para llamarle. Cuando se abre el ascensor en mi piso me lo encuentro apoyado en la puerta mirando el reloj. Levanta la vista, me ve y sonríe. Yo dejo las maletas en mitad del camino y voy corriendo a abrazarle. Nos besamos y Dani me deja en el suelo, ya que con el ímpetu me había levantado.

- Te he echado un montón de menos.- me dice.

- Yo también.- digo besándole.- pensaba que no habías llegado porque no vi tu coche en la puerta.

- Aparqué y me baje a ver si alguien abría para esperarte aquí.- dice sonriendo.

- Me alegro. Me has dado una sorpresa.- digo besándole de nuevo. Entramos en mi casa y él se sienta en el sofá mientras yo dejo todo en mi habitación. Voy a la cocina a buscar algo para beber, pero está todo vacío.

- Lo siento cari. No tengo nada que ofrecerte para beber ni para comer.

- Mi casa está igual. No tengo nada de nada.

- ¿Vamos a cenar fuera?

- No, mejor pidamos algo y nos quedamos aquí dándonos mimitos.- dice mientras me abraza y me tira en el sofá. Riéndonos nos besamos durante un rato hasta que viene la comida. Pasa la noche en mi casa y al día siguiente nos cuesta levantarnos a los dos.

- ¿Por qué no vienes a mi casa y vamos juntos al programa? Podemos desayunar antes de ir.

- Será lo mejor. Aquí no tengo nada de nada.- cuando llegamos al programa todos se alegran de vernos y nosotros de verlos a ellos. La verdad es que los he echado de menos. Estoy nerviosa, parece como si nunca hubiera hecho un programa. Pero todo sale perfecto, y es genial estar de vuelta trabajando. Mientras me cambio, oigo la puerta de Dani y a él hablando con alguien. Una chica. Y me puedo imaginar quién es. Respiro. Ya hemos vuelto a la realidad. En Italia fue todo tan precioso. No teníamos cerca a nadie que conociéramos y nos olvidamos de todo. Pero Dani hizo todo eso para que estuviéramos juntos, así que respiro hondo varias veces y salgo intentando ser amable. No me los encuentro delante, están dentro del camerino de Dani. Así que cierro la puerta del mío y voy hacia su coche, para esperarle ahí. Mientras voy de camino, los oigo salir y noto la mirada de Dani en mi espalda. Quiero darme la vuelta para decirle que no se preocupe, pero Cristina podría intuir que pasa algo entre nosotros. Todavía me quedaban unos pasos para llegar a su coche cuando noto su mano en mi cintura.

- No he podido correr más.- dice respirando entrecortadamente.

- No quería que Cristina sospechara nada.- digo riéndome.

- Pensé que estabas enfadada.

- Después de lo de Italia no me voy a enfadar porque hables con Fulanita o Menganita. No tienes culpa de ser tan guapo.

- Ya, claro.- dice riendo. Se agacha para besarme, pero oímos pasos.- ¿vamos a mi casa o la tuya?

- Cada uno a la suya.- digo después de despedirnos de Flo.- tengo que ir a comprar. Podemos quedar después.

- Vale, pues te veo a las 8.- dice besándome y entrando en su coche.

1 comentario:

  1. genial! ¿ya te he dicho que me encantan los caps tan largos verdad? siguiente :D

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