domingo, 2 de octubre de 2011

Capítulo 20: La playa.

Cuando llego a mi casa, llamo a Dani. Pero no me contesta. Me paso ese fin de semana llamándolo, a todas horas y no consigo hablar con él. Me entero por Flo, que me llama el domingo, que se fue sólo a Italia, y no puedo sentirme peor. Me dice que tenía planeado el viaje con alguien, pero que esa persona al final no pudo. Le pregunto si sabe si le dio el billete a alguien más, a Cristina o alguna chica, y me dice que no. Que tiene seguridad de que se fue solo. La semana siguiente lo sigo llamando y no me contesta. Me empiezo a angustiar. Tendría que haber ido con él a Italia. Y ahora no sé cómo averiguar dónde está. Cuando estoy en casa de mi hermana se me ocurre de repente que puedo llamar a Nacho, el hermano de Dani. Seguro que sabe dónde está. Y es posible que Dani le haya contado lo nuestro.

- ¿Diga?

- Hola, ¿eres Nacho?

- Sí, ¿quién es?

- Soy Anna Simón.- se queda sin habla.- te llamo porque estoy intentando localizar a Dani.

- Ah, hola. Pues está en Italia.

- Ya, eso me dijo Flo. Mira, no sé si Dani te ha hablado de nosotros.

- Sí, que sois buenos amigos.

- Más que eso, se supone que íbamos a irnos juntos a Italia, pero yo me eché atrás y por eso no me coge el teléfono. ¿Sabes exactamente dónde está?

- Bueno, la última vez que hable con él estaba en Nápoles. Llegó a Roma el sábado, pero ahora está en un hotel en Nápoles.

- ¿Sabes cómo se llama el hotel?- Nacho me dio todos los datos. El hotel, el número de habitación, el aeropuerto que estaba más cerca. Inmediatamente me conecto a internet y busco un vuelo para ese mismo día. Tengo que cogerlo en Barcelona, así que voy rápido a casa de mis padres y hago la maleta. No sé ni lo que estoy metiendo. Le digo a mis padres que me voy de vacaciones con un amigo, y parece que no le dan mucha importancia. Si supieran la verdad… me voy corriendo al aeropuerto y llego por la tarde a Italia. No soy capaz de apreciar lo bonito que es el paisaje mientras voy en taxi hasta el hotel. Sólo pienso en que espero que no sea tarde para arreglarlo. Llego al hotel y pregunto por él. Me dicen que no pueden darme información de otros clientes. Les digo que es muy importante y que sé hasta su número de habitación. Como no consigo nada, hago como que me voy y subo a su habitación. Espero que Nacho no se haya equivocado de número. Toco la puerta, pero no contesta nadie. Espero un rato pero no aparece. Decido ir a mirar por la piscina del hotel, tampoco lo encuentro. No tengo nada reservado porque vine con la esperanza de encontrarle nada más llegar. Si lo hubiera pensado bien, todavía estaría en Mollet, y no aquí, en un sitio que no conozco, rodeada de gente que no conozco y sin saber donde coño está Dani. Reservo una habitación, pero están completos. Claro, es julio, mes de vacaciones. Me dicen de un hotel cerca donde es posible que tengan habitaciones. Cuando salgo, me doy cuenta de que es de noche. Me he pasado toda la tarde buscando a este imbécil que ni contesta su teléfono. Voy hacia la playa que está al lado del hotel y me siento en una terraza de un restaurante. Estoy hambrienta y deprimida y me pido una pizza y una copa de vino. La playa es preciosa, y no hay mucha gente. Después de cenar le llamo otra vez. Rezo para que me lo coja de una vez, con la esperanza de que Nacho lo haya llamado diciéndole que estoy aquí. Pero no contesta. Resignada, voy a la playa. Busco por el móvil algún vuelo que salga al día siguiente, pero ninguno va a Barcelona. Me siento en la orilla e intento relajarme y pensar que, al menos, lo intenté. Miro alrededor y no hay nadie en la playa. En el paseo si hay gente, en los restaurantes, pero en la playa no hay nadie. Veo a lo lejos el cartel del hotel que me recomendaron en el de Dani y cuando voy a levantarme para ir hacia allí suena mi móvil. Miro la pantalla.

- Joder, por fin das señales de vida.

- ¿Dónde estás? Me acaba de llamar Nacho diciéndome que venías a verme.

- Llevo toda la tarde buscándote, pero no estás en ninguna parte.- digo enfadada. Tenía ganas de hablar con él, pero me ha hecho pasar un día horrible.

- Es que me fui a una excursión hacia el sur de Nápoles. Acabo de llegar al hotel y vi todas tus llamadas, y las de Nacho. ¿Estás ya en el aeropuerto?

- No, no había vuelos a Barcelona hasta dentro de tres días. Estoy en una playa al lado del hotel, ahora mismo iba a ir a otro que está más arriba, porque en el tuyo no hay habitaciones.

- Espérame allí que voy en seguida.- me dice colgándome. Respiro hondo y me vuelvo a sentar encima de la maleta. Estoy nerviosa por verle, estoy enfadada por todo lo que me ha hecho pasar. No pasan ni cinco minutos y lo veo salir del hotel y buscarme con la mirada. En seguida me encuentra y viene hacia dónde estoy. Me levanto y levanto la maleta. Según se va acercando, parece que lo hace más lento. Estará igual que yo, sin saber qué decir.

- Estás como una cabra.- dice cuando está a menos de 1 metro de mí.

- Tú me haces hacer estas cosas. No me has contestado el teléfono. Me llama Flo y me dice que te has venido sólo a Italia, y luego llamo a tu hermano y me dice que con él si habías hablado.

- Tendrás que explicarle qué somos tú y yo, porque según sus palabras, no es normal que una amiga vaya como una loca detrás de mí.

- Pensé que se lo habías contado.

- Se supone que era un secreto, ¿no?

- Sí. Pero no se me ocurrió otra cosa para saber dónde estabas.

- ¿Por qué no querías venir conmigo?

- No es que no quisiera, es que… no sé, con todo lo que ha pasado, me parecía un poco precipitado. Hace una semana ni nos hablábamos.

- Pero se supone que ya lo arreglamos. Y te dije lo que pasaría si te marchabas.

- Pero eso no era justo. Y lo sabes. Además, estoy aquí, ¿no? Al final te has salido con la tuya y estoy aquí, contigo.

- O sea que has venido sólo para que me saliera con la mía.

- No. He venido porque no podía estar más preocupada por ti. Y porque quería pasar también las vacaciones contigo. Perdóname por irme así el viernes.

- Yo estaba contento, porque lo habíamos arreglado. Y ni siquiera se me pasó por la cabeza pasar todo este mes separados. Por eso se me ocurrió venir a Italia, la ciudad del amor.

- Eso es París.- digo empezando a sonreír.

- Como sea. El caso es que te comportaste como una niña mimada con eso de que tenías que irte a casa. Y yo tampoco podía hacer nada. No podía obligarte a venir aquí, conmigo.

- Pues ya estoy aquí.- digo mirándole a los ojos. No sé qué coño hacemos hablando en vez de besarnos y abrazarnos.- ¿Podemos dejar de hablar ya?- digo mientras el acorta la distancia, me abraza y me besa. Yo lo abrazo fuerte y le beso también. Porque lo estaba deseando, después de pasarme ese día para adelante y para atrás buscándole. Estamos en un sitio precioso y los dos solos. Nos separamos y me besa el cuello. Me abraza fuerte y yo le devuelvo el abrazo. Y así nos quedamos un rato, en la playa más bonita que he visto nunca.

2 comentarios:

  1. Oooohhhhh! que bonitoooo! joder pa annita eso es amor! jajajaj oleeee! bien x ella! pa q el otro se queje! jajajaj siguientee increible el cap! :D

    ResponderEliminar
  2. madre miaaa!!!!! sabía yo que estos acababan en Italia juntitos!! geniaaaal, siguiente :D

    ResponderEliminar