martes, 5 de febrero de 2013

Capítulo 83: Con las ganas



 
(Muy recomendable escuchar la canción en la última parte del capítulo! ;) )

-          No, es tarde. No te preocupes, nos vemos mañana.
-          Bueno, como quieras. Hasta mañana.
-          Aunque…- me giro y le miro- me podría tomar la última, antes de volver a casa.
-          ¿No has tenido suficiente?-digo riéndome.
-          De ti nunca tengo suficiente, Annita.- dice bajándose del coche. Yo siento que me derrito por dentro y suspiro. Salgo también y vamos hacia mi casa. En el ascensor no decimos nada. Yo estoy muy nerviosa, noto un dolor intenso en el estómago y ganas de escapar. Pero a la vez ganas de saber qué va a pasar. Porque los dos sabemos, en el fondo, que ni yo le he invitado para una última copa ni él ha venido a tomarse la última. Abro la puerta y entramos.
-          ¿Qué te apetece?
-          Cualquier cosa que tengas.- dice mirándome. Yo voy a la cocina y le preparo un ron cola, su favorito. Total, por uno más… se lo llevo y me siento a su lado en el sofá.
-          Cuánto tiempo hacía que no estábamos así, ¿eh?
-          Sí, no te estás portando muy bien conmigo últimamente…- digo quitándome algo inexistente de mis medias.
-          ¿Yo?
-          ¿Vamos a volver a lo mismo?
-          No, pero siempre soy yo el malo.- dice como un niño pequeño. Yo me río y miro al suelo.
-          Eso parece.
-          Lo que pasa es que no me entiendes
-          Eres muuuuy difícil de entender.- digo mirándole por fin.
-          No es verdad.
-          Sí lo es.
-          ¿Y tú, no eres difícil?
-          No tanto como tú.
-          Pues no sé porque es tan difícil que me entiendas.
-          Porque haces cosas que no son lógicas.
-          Para ti.
-          Exacto, para mí.
-          ¿Sabes qué pasa? Que tú te piensas que eres lo más bueno del mundo…
-          No es verdad.
-          … pero muchas cosas te las buscas tú sola. No quieres que pase algo pero haces lo posible para que ocurra.
-          ¿Ves? No entiendo una mierda de lo que hablas.
-          Pues ese es el problema, Simon. Que no nos entendemos…- le miro y me cabreo. Ese no es el problema, pero me quedo callada y miro al suelo. Noto que él sigue mirándome, pero sigo mirando mis zapatos.
-          Bueno, no quiero discutir contigo, no quería subir por eso así que me voy. Está claro que no somos capaces de portarnos como adultos y mantener una conversación normal.
-          Es que no me dices nada, Dani. Sabes lo que me tienes que explicar. Y no lo haces. Simplemente me echas a mí la culpa de algo que yo no he hecho.
-          Porque para mí la tienes.
-          Tú fuiste quién me cambiaste por otra, Dani. No tengas los cojones de decir que fue culpa mía.
-          ¿Quieres que te recuerde lo que hablamos la última vez? Que yo te quería a ti, y que sólo quería estar contigo. Pero contigo encima de mí loca por los celos, esto no iba a ningún sitio. Y te recuerdo que fuiste tú la que no sabía si sería capaz de estar conmigo y no estar celosa. Y te fuiste, y yo he seguido adelante.
-          No esperaste ni una semana.
-          Pero lo estabas deseando, ¿no? Estabas deseando que pasara, para que dijeras ‘Joder, qué cabrón Dani, no sé qué’. Pues ya lo tienes. Puedes decirlo.
-          Eres subnormal.- digo levantándome.
-          Ya…- dice riéndose.
-          ¿Y por esa tontería estás saliendo con ella? ¿Para callarme la boca? ¿Para joderme?
-          No. Porque es una tía genial, que me quiere por lo que soy y no me va preguntando cada dos segundos si he hablado con esta o con la otra.
-          ¿Ah no?- digo sonriendo.
-          Quizás se le vaya un poc…
-          Es que quizás a todas les pase lo mismo, Daniel. Porque quizás no te des cuenta de lo bueno que eres con tus amigas, y cuando estás con una persona tienes que tenerlo en cuenta. Porque duele, duele que quedes con tu novio y él te deje tirada porque ha quedado con una ‘amiga’. Así que si no es para joderme significa que te atrae desde siempre y que, como siempre, yo tenía razón. Tenía razón y razones para estar celosa. Así que sigues quedando como el malo, siento decírtelo.
-          Ya… al final siempre se resume todo a que quedo como el malo…
-          Pues sí.
-          Vale. Pues sigue pensando eso.
-          ¿Te puedo hacer una pregunta?
-          Depende.
-          ¿Puedo o no?
-          Ya veré si la contesto…
-          ¿Estás enamorado de ella?
-          No.- dice tan sinceramente y tan rápido que no me da tiempo ni a digerirlo. Y la pregunta sale sola…
-          ¿Y entonces por qué cojones estás con ella?
-          Porque me gusta. Porque me hace reír. Porque estará todo lo celosa que tú quieras pero no me ahoga. Porque hay momentos que no la aguanto pero otros que me encanta simplemente mirarla.- y eso me duele. Demasiado. Porque se acerca bastante al amor.
-          Ya… perdona por la pregunta. No tendría por qué haberla hecho.
-          Pero nunca la querré como te quiero a ti. Ni nunca me gustará tanto mirarla como me gusta mirarte a ti. Ni sus ojos nunca me dirán tanto como me dicen los tuyos. Y nunca será nada parecido a ti porque simplemente no eres tú…- mis ojos se llena de lágrimas. Las palabras parecen tan ‘fáciles’. Parecen poder arreglarlo todo pero no es así…
-          Nos vemos mañana, ¿vale Anna? Y lo siento, nunca quise hacerte daño. O quizás sí quería darte una lección, pero ahora eso ya da lo mismo. Ha pasado a un segundo plano.- se acerca y me besa la frente. Le miro, me mira. Sonríe, con esa sonrisa de medio lado que me vuelve loca, con sus ojos, que parecen poder leer cualquier pensamiento que pasa por mi mente. Se da media vuelta y va hacia mi puerta, pero yo le agarro del brazo y le obligo a dar media vuelta. Sin pensarlo demasiado, le agarro su cara entre mis manos y le beso. él en seguida me responde y me abraza por la cintura. Siento ganas de reír y de llorar, y lo único que hago es seguir besándole. Lo echaba taaanto de menos… pero tanto… me separo lentamente y le miro.
-          Lo siento.
-          No, no lo sientas. Ya era hora de que dieras tú el primer paso.- dice riéndose y me vuelve a besar. Yo me río dentro del beso y él también y me siento tan bien… hacía tiempo que no me sentía así… me va empujando lentamente hacia mi habitación mientras nuestra ropa va desapareciendo. Lentamente, sin prisa, con una sonrisa, con una caricia, con un escalofrío. Con la humedad de su lengua paseando por mi cuello. Con sus ojos, esos ojos que me vuelven loca. que sonríen. Que parecen no creerse lo que está pasando. Yo tampoco lo creo, por eso no lo pienso. Rodamos por la cama riéndonos, amándonos, como si no hubiera pasado el tiempo. Como si estuviéramos en su casa, o en aquel hotel en las montañas, dónde no existía el tiempo. Dónde sólo estábamos nosotros. Casi llegando al infinito, respirando fuerte, suspirando. Nos miramos a los ojos, vaya si lo echaba de menos…
El sol me molesta en los ojos. Los abro. Recuerdo. Sonrío. Busco con mi mano en el otro lado de la cama. Pero no hay nada. Y por un momento pienso si lo he soñado. Pero no. Ahí está su vaso. Y mi ropa por todas partes. Pero no hay ni rastro de él. Mi despertador empieza a sonar. Los 40. Y suena ‘Con las ganas’ de Zahara. Me acuesto boca arriba y suspiro. Irse así sólo puede significar arrepentimiento. Y yo también me arrepiento. Y mis ojos se llenan de lágrimas mientras siento que la canción no puede ir mejor con este momento ‘Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos’… y el pensar en verle hoy en el trabajo hace que se me venga el mundo encima…

4 comentarios:

  1. BRUTAAAAAAAL! cómo lo echaba de menos!! qué manera de escribir por favor, cada vez mejor, cada vez que leo un capítulo tuyo se me ponen los pelos de punta... es todo tan real... y tan triste... de verdad que me encanta! y que espero que se arregle y que esto no sea solo sexo y después arrepentimiento... me has dejado con mil ganas de más así que te suplico que subas el siguiente y que no me hagas sufrir mucho esperándolo!!! un besazo bonita!!! eres muy grande como escritora y sobretodo como persona!!! que lo sepas :)))

    ResponderEliminar
  2. Me cago en todo lo que puedo... MADRE MIA... PERO TU VES ESTO NORMAL!!?!?!? Como esperaba este capitulo señor mio! Y tu lo sabes bien!!!! Perefecto? se queda corto!!! Has expresado con las palabras justas todo lo necesario para que sienta yo las mariposillas en el estomago! Pero por favor! es que esto no es de este mundo... ni del siguiente!! Pfff... emocionada me tienes, el nudo en la garganta... Ese final me ha parecido de los finales mas tristes que he leido en mucho tiempo... Y mira que tampoco es mucho drama, quiero decir, que el otro no está y eso se podria decir que me lo esperaba, pero entre la cancion, como describes a Anna y lo que siente... y todo... pfff que angustia de verdad! Como si me hubiera pasado a mi, igualito... Eres genial Azahara, y tu forma de escribir es magica, perfecta y unica... OLE TU Y LA MADRE QUE TE PARIÓ hija mia...
    y NO PUEDO DESEAR CON MAS ANSIA Y GANAS EL SIGUIENTE CAPITULO... PORQUE CADA VEZ QUE LEO UNO, ME HACES DARME CUENTA DE LO MUCHO QUE ECHO DE MENOS TODO ESTO... INCREIBLE PRECIOSA. INCREIBLE.
    SIGUIENTE PERO YA! UN BESAZO VIRTUAL!

    ResponderEliminar
  3. voy a comenzar a leer tu historia sigue escribiendo por favor

    ResponderEliminar
  4. Como ya te dije, menudo capitulazo! ¿Y el final? Es tristón, pero perfecto, original, que te deja con ganas de más...
    Como te digo siempre, gracias por escribir bonita! Me encanta cómo lo haces! Espero el siguiente con ansias!
    PS: el nuevo diseño del blog también me gusta mucho!

    ResponderEliminar